La doctrina Estrada, el fenómeno Maduro y la influencia de Trump: ¿Cómo impactará la política exterior en el escenario regional?
Ciudad de México.- La relación entre México y Venezuela no cambiará drásticamente, pese a las tensiones y desafíos que enfrenta el país sudamericano. Según José Briceño Ruiz, académico de la UNAM, nuestro país mantendrá relaciones diplomáticas y consulares tradicionales con Venezuela, aunque sin mostrar cercanía ni considerarlo un aliado estratégico.
Un gesto pragmático ante una crisis cíclica
Briceño Ruiz explicó que la política exterior mexicana sigue los principios de la autodeterminación de los pueblos y la no intervención, plasmados en la Constitución. “Es una actitud pragmática. México no intervendrá en los asuntos internos de Venezuela, pero tampoco priorizará ese país en su agenda”, afirmó.
Mientras Nicolás Maduro consolida un tercer mandato basado en el control institucional, económico y militar, el desencanto se cierne sobre la población venezolana. La reciente juramentación del mandatario ha generado frustración y una pérdida de esperanza que, según el académico, podría detonar un nuevo éxodo masivo hacia México y Estados Unidos.
El “fenómeno Maduro” y la encrucijada de la izquierda
Para Briceño Ruiz, el régimen de Maduro es un desafío para la izquierda latinoamericana, que enfrenta el dilema de observar violaciones a derechos humanos mientras intenta guardar silencio. “Es una papa caliente; para muchos, defender la utopía de la izquierda incluye apoyar a Cuba y Nicaragua, que dependen de Venezuela”, destacó.
Chile ha sido de los pocos países que ha condenado abiertamente el carácter autoritario del gobierno venezolano. Sin embargo, la mayoría de las naciones de la región optan por posturas ambiguas, evitando confrontaciones directas.
Impacto en la relación México-Estados Unidos
La posición de México frente a Venezuela podría tensar su relación con Estados Unidos, especialmente bajo el liderazgo de Donald Trump, conocido por su postura dura hacia Cuba y Venezuela. Según el académico, el escenario podría derivar en presiones estadounidenses, intentos de negociación o incluso medidas más severas contra ambos países.
Una crisis migratoria en puerta
La consolidación de Maduro y la falta de alternativas reales por parte de la oposición, combinadas con la crisis económica, seguirán empujando a miles de venezolanos a buscar refugio en otros países. México, como nación de tránsito, enfrentará una carga migratoria que podría intensificar la presión en su frontera norte.
Un tema persistente en Latinoamérica
Aunque Venezuela no será el eje de la política exterior mexicana, su situación continuará afectando la región, en especial a países como México. La complejidad del panorama exige una estrategia clara y colaborativa que equilibre principios, intereses y la realidad de las crisis humanitarias en juego.
En palabras de Briceño Ruiz, “Venezuela seguirá ahí, como un tema de gran complejidad y difícil de descifrar para la política latinoamericana”.