Alejandro Moreno y su discurso vacío
Ciudad de México.- En una nueva muestra de cinismo político, Alejandro Moreno, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha lanzado una crítica en redes sociales sobre la pobreza en México, apuntando a la administración de Morena por su incapacidad para erradicar la desigualdad y garantizar la justicia social. Sin embargo, lejos de reconocer la complicidad histórica de su propio partido en la profundización de la pobreza, Moreno prefiere apuntar con el dedo al gobierno actual, mientras oculta las responsabilidades que el PRI carga en su haber.
El PRI y su legado de corrupción y abandono social
Moreno afirma que la promesa de “primero los pobres” quedó en el discurso, señalando que la desigualdad sigue creciendo. Sin embargo, ¿acaso ha olvidado que fue bajo gobiernos del PRI donde se cimentaron muchas de las estructuras que hoy perpetúan la pobreza? Bajo su mandato, y los de sus antecesores priistas, México vio el crecimiento de la desigualdad, la corrupción y la concentración de riqueza en unos pocos. Durante décadas, el PRI gobernó sin ofrecer verdaderas soluciones a los más necesitados, implementando políticas públicas que beneficiaron a las élites mientras miles de mexicanos seguían sin acceso a lo más básico.
¿Olvidó su propio partido las promesas incumplidas?
El líder del PRI también se atrevió a calificar como “improvisación” la estrategia del gobierno actual, sin recordar que el PRI ha sido el principal artífice de la falta de visión y políticas estructurales en el país. Fue durante años de gobiernos priistas que se abandonaron los sectores más vulnerables, se desmantelaron programas sociales y se dilapidaron recursos en proyectos inútiles, todo mientras el PRI mantenía el control de las principales instituciones del país.
Ahora, Moreno tiene la audacia de pedir “un gobierno con visión, capacidad y valentía”, como si él y su partido tuvieran autoridad moral para hacer tal exigencia, cuando el PRI nunca fue capaz de abordar de forma seria la pobreza y la desigualdad que hoy siguen asfixiando a millones de mexicanos.
¿Una crítica constructiva o un intento de desviar la atención?
Moreno no se detiene en reconocer la crítica real al gobierno de Morena, pero omite que la pobreza no se resuelve con discursos vacíos ni con promesas incumplidas. Al igual que su partido, el PRI, que vivió de los privilegios y de un sistema político que no se preocupó por el bienestar de la gente, ahora Alejandro Moreno pretende ser el adalid de la justicia social cuando su historial político está plagado de contradicciones.
Es evidente que el PRI, bajo su liderazgo, está intentando desviar la atención de los problemas reales de México, culpando a otros y sin ofrecer soluciones que no sean las mismas recetas agotadas que favorecieron a las élites. Mientras tanto, millones de mexicanos siguen sufriendo las consecuencias de un sistema que el PRI nunca corrigió y que ahora pretende criticar desde la comodidad de sus redes sociales.
El PRI: un partido que debería callar
Al final del día, Alejandro Moreno y el PRI no pueden pretender que las mismas políticas que ellos impulsaron por años no tuvieron un impacto negativo en la situación actual del país. Ahora, cuando se enfrenta a la creciente pobreza, la inseguridad y la desigualdad que ellos mismos contribuyeron a crear, la respuesta del PRI es simplemente criticar sin ofrecer alternativas viables. La verdad es que su tiempo ya pasó, y México necesita un cambio verdadero, no más de lo mismo.
Con la pobreza y la desigualdad en niveles alarmantes, la última persona que debería dar lecciones sobre justicia social es Alejandro Moreno, quien forma parte de un partido que fue parte del problema, no de la solución.