Por Primero Editores

Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público confirmó que es la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo la institución educativa a la que se le congelaron 146 millones de dólares y es investigada por presunto lavado de dinero.

Después de la firma de un convenio con el gobierno de la Ciudad de México, el servidor público detalló que se detectó que la Universidad recibió los recursos provenientes de Suiza desde cuentas en 22 países distintos.

La pregunta sigue siendo clara, ¿a qué grado puede llegar la avaricia de un alto mando en una institución para desviar recursos, de una Universidad  Pública, a cuentas en el extranjero para poner en riesgo a miles de estudiantes?

Por supuesto que este caso no ha sido el único, recordemos que también la máxima casa de estudios del Estado de México ha tenido escándalos, debido a su participación dentro de la llamada “Estafa Maestra”.

Es importante no dejar de seguir el análisis que se haga a este caso, ya que de eso dependerá el rumbo que se debe seguir entorno a los problemas que aquejan a las universidades, y este problema tiene nombre, se llama corrupción.

La corrupción ha estado presente en las universidades como un parásito succionando la vida de su víctima, ahora que se ha puesto la lupa en la herida se comienza a ver realmente lo que ocurre, lo que han estado robando no sólo a los estudiantes, sino también a los ciudadanos.

Que esto no quede como un caso más que se da carpetazo, es necesario que se investigue lo que realmente ha pasado en esa casa de estudios y castigar a los responsables de tal atrocidad en contra de la educación de miles de estudiantes, los cuales día a día asisten a las aulas esperando un mejor futuro y que esperan que su “alma mater” cumpla las demandas de todos ellos.

 

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