Por Aldair LG

Ciudad de México.- Podría quedar en libertad en marzo de 2024 Mario Aburto Martínez, asesino del excandidato a la presidencia nacional, Luis Donaldo Colosio. Esto, luego de que el primer tribunal colegiado en materia penal con sede en Toluca, ordenó que “se deje insubsistente la sentencia” dictada en diciembre de 1994.

Mario Aburto Martínez fue condenado a 45 años de prisión, luego de confesar que asesinó al excandidato priísta; no obstante, con esta resolución podría salir en libertad luego de permanecer preso durante 29 años en cárceles de máxima seguridad.

Al invalidar dicha sentencia, el Tribunal ordenó dictar una nueva resolución por el delito de homicidio calificado con premeditación y alevosía, conforme a los establecido en el Código Penal de Baja California, durante el momento de los hechos.

Lo anterior, bajo al considerar que Mario Aburto debió ser juzgado por el delito de homicidio con base en el Código Penal de Baja California, que establece una pena de 16 a 30 años de cárcel por dicho delito del fuero común, y no de acuerdo a las norma del Código Penal Federal.

Antecedentes

En octubre de 1987, Luis Donaldo Colosio fue designado Oficial Mayor del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional y al poco tiempo Coordinador de la Campaña presidencial de Carlos Salinas de Gortari, esto le valió la candidatura al Senado de la República por el Estado de Sonora en 1988.

El 28 de noviembre de 1993, Luis Donaldo Colosio acepta la precandidatura del PRI a la Presidencia de la República, y el 8 de diciembre rindió protesta oficial como candidato.

Campaña Oscura

Ante las acciones del EZLN, Luis Donaldo Colosio ya como candidato incluyó en sus discursos el tema de la situación de los pueblos indígenas en el país.

El 5 de febrero de 1994 en San Pablo Guelatao, Oaxaca, propuso un pacto de 5 puntos, el cual de ganar las elecciones impulsaría en pro de las comunidades indígenas.

Muchas personas estaban convencidas de que Luis Donaldo Colosio era la mejor opción para el cambio que México necesitaba, con un discurso que realmente era lo que el país necesitaba.

(Fragmento del discurso dado por el candidato Luis Donaldo Colosio el 6 de marzo de 1994) (…)

Ese es el México que nos convoca hoy; ese es el México que convoca a mi conciencia; ese es el México al que habremos de darle seguridad, al que habremos de darle rumbo en la nueva etapa
del cambio.

Yo veo un México de comunidades indígenas, que no pueden esperar más a las exigencias de justicia, de dignidad y de progreso; de comunidades indígenas que tienen la gran fortaleza de su cohesión, de su cultura y de que están dispuestas a creer, a participar, a construir nuevos
horizontes.

Yo veo un México de campesinos que aún no tienen las respuestas que merecen. He visto un campo empobrecido, endeudado, pero también he visto un campo con capacidad de reaccionar, de rendir frutos si se establecen y se arraigan los incentivos adecuados.

Veo un cambio en el campo; un campo con una gran vocación productiva; un campo que está llamado a jugar un papel decisivo en la nueva etapa de progreso para nuestro país.

Yo veo un México de trabajadores que no encuentran los empleos ni los salarios que demandan; pero también, veo un México de trabajadores que se han sumado decididamente al esfuerzo productivo, y a los que hay que responderles con puestos de trabajo, con adiestramiento, con capacitación y con mejores salarios.

Yo veo un México de jóvenes que enfrentan todos los días la difícil realidad de la falta de empleo, que no siempre tienen a su alcance las oportunidades de educación y de preparación. Jóvenes que muchas veces se ven orillados a la delincuencia, a la drogadicción; pero también veo jóvenes que cuando cuentan con los apoyos, que cuando cuentan con las oportunidades que demandan, participan con su energía de manera decisiva en el progreso de la Nación.

Yo veo un México de mujeres que aún no cuentan con las oportunidades que les pertenecen; mujeres con una gran capacidad, una gran capacidad para enriquecer nuestra vida económica, política y social. Mujeres en suma que reclaman una participación más plena, más justa, en el México de nuestros días.

Yo veo un México de empresarios, de la pequeña y la mediana empresa, a veces desalentados por el burocratismo, por el mar de trámites, por la discrecionalidad en las autoridades. Son gente creativa y entregada, dispuesta al trabajo, dispuesta a arriesgar, que quieren oportunidades y que demandan una economía que les ofrezca condiciones más favorables.

Yo veo un México de profesionistas que no encuentran los empleos que los ayuden a desarrollar sus aptitudes y sus destrezas.

Un México de maestras y de maestros, de universitarios, de investigadores, que piden reconocimiento a su vida profesional, que piden la elevación de sus ingresos y condiciones más favorables para el rendimiento de sus frutos académicos; técnicos que buscan las oportunidades para aportar su mejor esfuerzo.

Todos ellos son las mujeres y los hombres que mucho han contribuido a la construcción del país en que vivimos y a quienes habremos de responderles.

Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales.

Veo a ciudadanos angustiados por la falta de seguridad, ciudadanos que merecen mejores servicios y gobiernos que les cumplan. Ciudadanos que aún no tienen fincada en el futuro la derrota; son ciudadanos que tienen esperanza y que están dispuestos a sumar su esfuerzo para alcanzar el progreso.

Yo veo un México convencido de que ésta es la hora de las respuestas; un México que exige soluciones. Los problemas que enfrentamos los podemos superar.

Lomas Taurinas

El inicio de campaña se vio opacado por los levantamientos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, Luis Donaldo Colosio llegó el 23 de marzo de ese mismo año, alrededor de las 16:05 horas, al aeropuerto de la Ciudad de Tijuana, Baja California.

“La culebra” retumbaba en Lomas Taurinas, la multitud se conglomeraba alrededor del candidato, un disparo es perceptible, luego vienen otros más, el candidato cae y el asesino, Mario Aburto Martínez es detenido por la muchedumbre enardecida y es golpeado innumerables veces.

Luis Donaldo Colosio es llevado de inmediato al Hospital General de Tijuana. A las 22:45 tiempo local, Liébano Sáenz, secretario de Información y Propaganda de la campaña de Colosio, informa que el candidato lamentablemente había fallecido.

El presidente Carlos Salinas de Gortari calificó el asesinato de Colosio como una ofensa para todos los mexicanos. Se compromete a que no quedará impune el “artero crimen”, y que todos los autores, tanto intelectuales como materiales, recibirán todo el peso y castigo de la ley.

El día después de la tragedia

El procurador General de la República, Diego Valadés, confirma que el autor material de los disparos contra Colosio es Mario Aburto Martínez y es trasladado al Penal de alta seguridad de Almoloya de Juárez en el Estado de México, lugar al que llegó en la madrugada del 24 de marzo de 1993.

En el hangar presidencial, el presidente Carlos Salinas de Gortari y su esposa Cecilia Occelli reciben los restos del ahora ex candidato. Del avión “TP-03 Emiliano Zapata” de la Fuerza Aérea Mexicana desciende la viuda, Diana Laura Riojas y el féretro gris con el cuerpo de Luis Donaldo Colosio.

El senador Miguel Montes García es designado el 25 de marzo, por el presidente Carlos Salinas de Gortari, Subprocurador especial de la PGR para investigar el homicidio de Colosio y es puesto a su mando de más de 300 agentes federales incluyendo el grupo Interpol. Aburto Martínez es
presentado a la prensa.

Luis Donaldo Colosio Murrieta es sepultado en el panteón municipal de Magdalena de Kino. Se celebra una misa de cuerpo presente encabezada por el arzobispo de Hermosillo, Carlos Quintero Arce. La bandera nacional que cubre el féretro es entregada a su esposa Diana Laura Riojas antes de la inhumación.

Su viuda toma el micrófono para “dejar claro el ideario político de Luis Donaldo Colosio”, muerto por “las balas del odio, del rencor y de la cobardía”.

El Sucesor

El 29 de marzo de ese mismo año el PRI postula a Ernesto Zedillo Ponce de León como candidato a la Presidencia de la República en sustitución de Colosio.

A inicios del mes de abril el Subprocurador Miguel Montes García informa que además de Mario Aburto Martínez y Tranquilino Sánchez Venegas hay cinco autores materiales más de la ejecución del candidato. Se revela una supuesta coparticipación de Mayoral Valenzuela, Mayoral Esquer y Rivapalacio Tinajero quien asegura actuaron en conjunto.

A un mes del magnicidio

Diana Laura Riojas asiste a una misa oficiada en la Basílica de Guadalupe en memoria de su esposo. En Lomas Taurinas, priístas se reúnen para realizar un homenaje póstumo a Colosio Murrieta.

Siguen las investigaciones en los meses posteriores, se pide profundizar más para esclarecer el caso. La versión que se da es que Mario Aburto Martínez, actúo solo.

Las versiones siguen siendo variadas entorno al caso. Finalmente el 13 de julio el subprocurador especial para el caso Colosio, Miguel Montes, rinde su informe final y afirma que Aburto actuó solo, sustentando sus conclusiones en el “Libro de Actas” del magnicida.

Al día siguiente Olga Islas es designada como la nueva subprocuradora especial para el caso Colosio luego de que su antecesor, Miguel Montes, rindiera un “informe final” que no cumplió con las expectativas.

El 31 de octubre, Mario Aburto es sentenciado a 42 años de prisión por el delito de homicidio calificado, con premeditación, alevosía y ventaja en agravio de Luis Donaldo Colosio.

Otra tragedia en la familia Colosio

Diana Laura Riojas, viuda del excandidato presidencial, falleció luego de haber sido internada en septiembre por infecciones pancreáticas y nutricionales. Diana Laura fue sepultada, al lado de su esposo.

Un nuevo siglo, un mismo crimen sin resolver

20 de octubre del año 2000. La Procuraduría General de la República concluyó las investigaciones sobre el homicidio de Luis Donaldo Colosio Murrieta. El informe final del caso determinó que no existían elementos para sostener la tesis del complot o de una acción del narcotráfico. Se sostuvo que Aburto actuó solo.

El 6 de febrero de 2010, Luis Colosio Fernández fallece en la madrugada del sábado en el hospital San José a los 87 años, víctima de complicaciones renales y neumonía, y sin haber conocido la justicia por el asesinado de su hijo Luis Donaldo Colosio.

21 de marzo de 2011. El joven Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del candidato, acusó al PRI, por el uso indebido del nombre de su padre en una fundación.

Durante el 18 de mayo El Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) resolvió que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal difunda la fecha en que será liberado Mario Aburto Martínez, asesino material de Luis Donaldo Colosio.

A 17 años del asesinato del ex candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), autoridades federales revelaron que Aburto Martínez podría salir a finales de ese año o en 2014, si tramitaba su preliberación.

19 de diciembre. Tras la solicitud de EL UNIVERSAL, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) ordenó a la Procuraduría General de la República (PGR) dar acceso a 13 videos recopilados por esta dependencia, con motivo del asesinato de Luis Donaldo Colosio, ya que ha sido del conocimiento público.

El 4 de mayo de 2013 los padres de Mario Aburto Martínez, quien fue sentenciado a 45 años de prisión por el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, solicitaron al presidente Enrique Peña Nieto que tenga voluntad política y moral y reabra el llamado caso Colosio.

Hasta el día de hoy el tema “Colosio” da muchas teorías para hablar, la ficción combinada con los hechos reales ha sido relevante en este siglo en el que aún se intenta explicar el porqué de lo ocurrido. Luis Donaldo Colosio marcó el rumbo del país, con su muerte se destapó lo cruda que puede llegar a ser la vida para un hombre con ideales y sueños.

Hoy a 25 años de su muerte nos seguimos haciendo la pregunta miles, o quizá millones de mexicanos, ¿qué hubiera pasado si no hubieran asesinado a Colosio? ¿Acaso el país tendría un rumbo mejor?

Las preguntas quedan en el aire, pero el aire de esperanza que tenía el candidato a la presidencia sigue latente en cada uno de los mexicanos hambrientos de justicia y que tal como lo pintó Colosio, seguimos siendo atropellados por leyes que en vez de defendernos, nos castiga.

Luis Donaldo Colosio Murrieta deja un legado muy grande dentro de la política mexicana, un legado que sigue siendo muy difícil de llenar.

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