Por Cristina Colmenares

  • Con tan solo cuatro años, la inocencia y dignidad de Lía se vio ultrajada de las formas más horribles y violentas. 
  • Hoy, ella tiene 7 años, sus padres lo han perdido todo para darle a su hija la justicia que merece.

La negación de la justicia

Ella asistía al Kinder Luis Gonzaga Urbina, ubicada en Rioverde, San Luis Potosí. La niña confesó a su madre que era abusada por profesoras de la institución, no solo dentro de las instalaciones, sino también fuera. En horario de clases, la niña era sustraída de la escuela para violentar sexualmente su cuerpo.

Sus padres hicieron las denuncias correspondientes, al menos tres personas implicadas fueron identificadas en el caso, pero solo se llevó debido proceso a una de sus agresoras y por un solo cargo cuando los delitos cometidos fueron violación, pornografía infantil, trata de personas, pederastia entre otros delitos de índole sexual.

En San Luis Potosí, la justicia se le negó a la pequeña, y fue revictimizada una y otra vez por cada autoridad y en cada proceso. Comenzando porque la víctima vivió un juicio presidido por hombres y sin el acompañamiento de sus padres, porque se les negó estar en la audiencia acompañando a la menor. Además de que todo el tiempo estuvo resguardada por una persona, quien hoy se sabe tiene una denuncia por sustracción de menores.

A pesar del infierno al que tuvo que enfrentarse la menor, el juez determinó que su declaración era mentira y la acusada fue puesta en libertad, y descaradamente, pidió la reparación del daño.

“Ha sido muy difícil lo que hemos vivido, desplazamiento, amenazas… nosotros creíamos en la justicia y veíamos en nuestra propia cara cómo se violentaban los derechos humanos de una niña al acudir a un juicio con tres jueces hombres… y que aún así no le creyeran y dejaran en libertad a una de las violadoras de mi niña” declaró la madre de la víctima.

Marcela Alemán y Roberto Cuello, padres de la víctima, interpusieron todos los recursos legales disponibles en su estado para que su hija tuviera justicias, la cual se le negó en cada instancia. Hasta que el caso llegó a la Suprema Corte de Justicia.

Amenazas a la familia

Las acusadas, con ayuda de supuestas organizaciones civiles, iniciaron una campaña mediática de desprestigio contra Lía y su familia. Además, cuando Lía regreso a clases en una nueva escuela, fue señalada por sus compañeros como “La niña violada”, también fue agredida físicamente y todo esto motivado por la campaña de desprestigio en su contra.  

Asimismo, la familia Cuello Alemán se vio obligada a desplazarse de su lugar de origen, Matehuala, San Luis Potosí, a la CDMX tras recibir amenazas, extorciones y sufrir intentos de asesinato.

Marcela Alemán contó que en una ocasión al ingresar a su domicilio, un hombre armado la esperaba en su casa, por fortuna el sujeto tropezó lo que le permitió escapar. Sus vecinos aportaron videos de los hechos a la fiscalía cuando Marcela acudió a la fiscalía, sin embargo, la respuesta que recibió fue negativa. No atendieron su denuncia y le dijeron que “seguramente fue un robo” y que no podían hacer nada.

Por otro lado, los frenos del vehículo de Roberto Cuello fueron cortados, lo cual casi provoca su muerte en la carretera. Asimismo, ambos cuentan que recibieron amenazas por parte del colegio donde su hija fue violentada. Además, también sufrieron extorsiones por parte de un cartel. Todo esto por haber denunciado y buscar justicia para su hija.

“Han dejado su vida, sus negocios, su familia, su tranquilidad, por establecer el estado de derecho de su hija que era obligación del estado” señaló Ana Katiria Suarez Castro, la abogada que lleva el caso. 

Un rayo de esperanza

Luego de tres años de los hechos, y de que el caso llegara a manos de la Suprema Corte de Justicia, el 25 de noviembre del presente año, La primera sala de la SCJN, presidida por el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, emitió una resolución donde se ordena admitir el caso para ser analizado y fijar criterios relacionados al interés superior de la menor por los delitos de carácter sexual.

Esta resolución fue emitida luego de que se interpuso un recurso de reclamación a la SCJN, tras haber sido rechazado el caso la primera vez que fue presentado a este organismo.

“Hoy estoy contenta por la decisión de la suprema corte de justicia. Para mí, es un rayo muy grande de esperanza porque quiero que mi hija tenga acceso a la justicia y se abran las puertas para los casos futuros… no quisiera que ningún padre y madre tenga que pasar por esto para poder acceder a la justicia” señaló Marcela Alemán.

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