En solidaridad con el gremio periodístico en el estado de Nayarit.
El Estado mexicano, el gremio periodístico de México y la sociedad mexicana hemos perdido la batalla contra la violencia que día a día diezma el ejercicio del Derecho a la Información, porque las instituciones se han declarado incompetentes para garantizar este derecho ante el ataque sistemático contra quienes hacemos periodismo como una forma de trabajo y para ejercer nuestro derecho a la libertad de expresión.
En este país, todas las mañanas, desde el Palacio Nacional, se hostiga, se estigmatiza, se criminaliza al gremio periodístico porque el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no hace la diferencia entre los voceros de sus enemigos político y quienes, a pesar de las circunstancias políticas del país estamos convencidos que la sociedad debe estar informada.
Desde los gobiernos anteriores, tanto del PRI como del PAN, venimos librando una confrontación como gremio periodístico y la clase política en el poder, pero ahora, desde el mismo poder político que tiene el titular del Poder Ejecutivo Federal se atiza el odio, el hostigamiento en contra de toda aquella persona periodista que no se ha convertido en difusor de sus programas de gobierno, eso se llama propaganda gubernamental, el periodismo es otra cosa, no tiene nada que ver con aplaudirle a los gobernantes porque hagan bien su trabajo, porque para eso se les paga de los impuesto del pueblo.
Si desde las administraciones gubernamentales pasadas era difícil que al gremio periodístico se le respetaran sus derechos, ahora con la 4T en el poder federal, es imposible tener garantías, porque estamos ante una disyuntiva, estás a favor o en contra del presidente de la república y con este tipo de enconos la justicia se diluye, porque en este país, si no alabas al presidente o a sus seguidores, te conviertes en enemigo de la patria.
Cuando desde la presidencia de la república se siembra el odio contra el gremio periodístico, se le da a los enemigos de la libertad de expresión un salvoconducto para que atenten contra la vida, integridad física y patrimonio de quienes se atrevan a hacer periodismo.
Con que autoridad el presidente de la república va a exigir justicia para las y los periodistas asesinados, si todos los días, desde su púlpito los hostiga. A este político se le olvidó que gran parte de la concientización del electorado en el 2018 fue gracias al trabajo de periodistas y medios independientes que hacían las investigaciones y él las utilizaba en sus mítines y en sus declaraciones en contra de la clase política a que durante más de 18 años intentó derrocar.
Ahora que el crimen organizado o sus aliados han asesinado al periodista Luis Martín Sánchez Íñiguez (59 años), en Tepic, Nayarit, qué podrá decirle el presidente de la república a su familia, al gremio periodístico nacional, a la sociedad mexicana que se quedó sin uno más de sus periodistas que coadyuvaban a ejercer el Derecho a la Información. ¿Les pedirá que le des abrazos a los asesinos? O ¿Solo será suficiente un regaño de su abuela?
Como país estamos perdiendo la cordura, la violencia toca más cerca nuestras puertas, los muertos cada día son más nuestros conocidos, nuestra familia, los vecinos, pero para los gobiernos de la 4T, todo marchan bien, a esta clase política lo que le interesa es el poder por el poder, el pueblo que se las arregle como pueda.
En el gobierno de Andrés Manuel López Obrados salen sobrando los mensajes diplomáticos de organismos de la ONU encargados de defender los derechos humanos o instituciones internacionales que buscan defender la libertad de expresión.
Ante la violencia sistemática contra el gremio periodístico en México, llamados como el de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), al gobierno federal no le interesan.
En esta ocasión, este organismo multilateral, condenó la desaparición y posterior asesinato del periodista Luis Martín Sánchez Íñiguez en las inmediaciones de Tepic, Nayarit. “Además de este suceso, otros dos colaboradores de medios locales habrían sido también desaparecidos en la misma zona entre el 3 y el 7 de julio; uno de ellos fue localizado con vida el 8 de julio”.
La ONU-DH, recordó que “Sánchez Íñiguez fue desaparecido de su domicilio la noche del miércoles, 5 de julio, en el municipio de Xalisco, Nayarit. Los perpetradores se habrían llevado también distintas herramientas de trabajo del periodista. Posteriormente, la Fiscalía General del Estado (FGE) informó que la mañana del sábado, 8 de julio, su cuerpo sin vida fue encontrado en la localidad El Ahuacate, municipio de Tepic”.
El periodista Luis Martín Sánchez era corresponsal del medio nacional “La Jornada” y colaboraba también con el medio digital local Crítica Digital Noticias (CDN). La ONU-DH destaca que la FGE considere que la principal línea de investigación es la relacionada con la labor periodística de las víctimas.
Una vez más, la ONU-DH llama a la coordinación entre las autoridades de los diferentes niveles para adoptar las medidas necesarias para asegurar la protección del gremio periodístico de Nayarit y llevar a cabo una investigación pronta, exhaustiva, independiente y eficaz que permita esclarecer plenamente los hechos y sancionar a todos los responsables.
De la misma manera, el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP) condenó el asesinato de Luis Martín Sánchez. y demanda de las autoridades locales y federales el inmediato esclarecimiento de este asesinato y el castigo de sus autores materiales e intelectuales.
El SNRP demanda al presidente Andrés Manuel López Obrador, al gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro y a la Fiscalía del estado brindar protección inmediata a la familia de Luis Martín y coordinarse con la Fiscalía General de la República (FGR) de México para llevar a cabo las investigaciones, bajo el Protocolo Homologado de Investigación de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión.