Critica al gobierno, pero ignora los fracasos de su propio partido
Ciudad de México.- Una vez más, Alejandro Moreno, líder del PRI, pretende erigirse como el gran crítico del gobierno, lanzando acusaciones contra la política de seguridad y la relación con empresarios, pero convenientemente olvida que su propio partido dejó un legado de corrupción, impunidad y complicidad con el crimen organizado.
En un discurso lleno de frases vacías y oportunismo, Moreno arremetió contra la administración actual, señalando su falta de estrategia en seguridad, migración y combate al narcotráfico. Sin embargo, cuando el PRI estuvo en el poder, fue precisamente su partido el que pactó con el crimen, dejó crecer el narcotráfico y sumió al país en una crisis de violencia sin precedentes.
El cinismo de “Alito” no tiene límites
Mientras acusa al gobierno de no frenar el cobro de derecho de piso y los asaltos en carreteras, olvida que fueron los gobiernos priistas los que permitieron que estos delitos se convirtieran en una industria criminal.
Hipocresía empresarial
Acusa a los empresarios de aplaudir al gobierno, pero no menciona que el PRI fue el artífice de múltiples pactos en lo oscurito con el sector empresarial, garantizando beneficios para unos cuantos mientras el país se hundía en la desigualdad y la violencia.
¿Narcogobierno? ¿De verdad lo dice el PRI?
Moreno señala al gobierno actual por presuntos nexos con el crimen, pero omite que en su propio partido han militado personajes ligados al narcotráfico, gobernadores encarcelados y estructuras políticas coludidas con el crimen organizado.
Si Alejandro Moreno quiere hablar de seguridad, que primero explique por qué el PRI dejó un país en llamas, por qué tantos priistas han sido detenidos por corrupción y narcotráfico, y por qué su propio liderazgo ha sido señalado por desvío de recursos y traiciones internas.
En política, la credibilidad lo es todo. Y Alejandro Moreno hace tiempo que la perdió.