Tomás Flores Rosales
• El primero y quizá el único debate entre candidatas a la gubernatura del Estado de México.
• Gobierno de “cohabitación” el que encabezará MORENA a partir de septiembre próximo en tierras mexiquenses.
• Priismo Del Mazo - Peña perderá ganando.
• En contraparte “aplastante” derrota para PAN, PRD, NA, tras fatídico 4 de junio para sus siglas.
Dos contundencias podrían permear al amanecer del lunes 5 de junio próximo:
UNA .- Que PRI y aliados hayan perdido la Gubernatura del Estado de México en las urnas, y
DOS .- Que la oposición representada por MORENA y sus aliados hayan “arrasado” en las urnas.
Lo cual daría lugar -de ocurrir esto último- a inaugurar un nuevo debate en el sentido de las posibilidades para el tricolor de poder competir con real “fuerza” en el 2024, durante la sucesión presidencial de Andrés Manuel Lopez Obrador.
Y es que no faltan los que calculan el deterioro que podría generar en el partido en el poder mexiquense una estrepitosa derrota en las urnas el 4 de junio próximo en tierras mexiquenses y, prácticamente, desvanecerse su esencia al tenor del sistema de partidos del Estado de México.
Por eso los compromisos que haya contraído, Alfredo Del Mazo Maza, con el presidente de la República en funciones y con el antecesor del tabasqueño, Enrique Peña Nieto, deben de leerse a profundidad en el sentido quizá de que el sistema priista persistirá no obstante el virtual descalabro que se avizora.
Es decir:
A.- El eventual gobierno de “coalición” que pregona la candidata priista a la gubernatura signado con sus aliados se trasladaría al terreno del mandatario saliente, y
B.- Esto sucedería tras la derrota del priismo mexiquense y sus aliados el primer domingo de junio próximo.
Dando continuidad al capítulo de un gobierno en “cohabitación” que sustituiría al de “coalición” que ya estaría derrotado.
Y las maniobras de poder priista tras la supuesta derrota del 4 de junio a manos de MORENA las retomaría el gobernador saliente y el antecesor de presidente de la República en funciones.
Es decir:
1.- La “cohabitación” sería directa.
1.1).- una administración mexiquense encabezada por por Delfina Gómez Alvarez, y
1.2).- un gobierno mexiquense conformado y estructurado por activos propuestos por Alfredo Del Mazo Maza y Enrique Peña Nieto.
Lo que significa que los poderes fácticos del priismo mexiquense entregarían la gubernatura pero no serían despojados del poder total, léase el caso Manuel Bartlett y el poderío del Ejército en la administración de Andrés Manuel Lopez Obrador.
Por eso los iniciados en política priista mexiquense que representa a la de todo el país ni se preocupan ni se acongojan, muestra de ello es lo que se asomó anoche en el primero y quizá único debate del proceso rumbo a la gubernatura del Estado de México.
Y es que la política priista mexiquense suele usar “reglas no escritas” cuyos códigos solo las y los inteligentes pueden leer… !