Por Socorro Valdez Guerrero

¿Y dónde encontrarlas? ¿Y dónde buscarlas? ¿Qué hacer? Preguntas que no tienen respuesta cuando una niña o una mujer desaparecen.

Sólo una imagen difundida para obtener información, ahí, en postes de luz, en estaciones del Metro o en redes sociales.

Un reporte o una denuncia de desaparición que espera en silencio en una institución policiaca, y a ellas, urge encontrarlas y su familia las quiere ¡Vivas!..
¡Basta! Sí, ¡basta! De mujeres que desaparecen y de una autoridad que no busca, que no investiga, que no hace sus pesquisas para encontrarlas, aún cuando sólo son niñas que de un día a otro ¡Desaparecen!

Hoy es tiempo de unir esfuerzos, de abrazarnos solidariamente en la fraternidad y hacer una gran cadena de búsqueda para salvar mujeres. Y enfrentar los cada vez más feminicidios que enlutan hogares de las familias mexicanas.

Hoy no estamos seguras. Se transita con miedo por victimarios sin rostro que acechan en cualquier rincón.

No debemos estar solas, no, ¡No! No nos deben dejar solas. Hoy son ellas, mañana puedes ser tú, tu hija tu hermana, tu madre, tu tía.

Ella, sufre, la pérdida de una madre y de una niña de sólo tres años. No sabe qué hacer, no sabe dónde buscar ni quién le va ayudar.
Y aparecen extorsionadores que lucran con su dolor y autoridades omisas que ni en esa vil acción, ¡actúan!

La desesperación las consume. El olvido y la indiferencia las mata lentamente.
Están y estamos solas ante el calvario de la desaparición de mujeres y del feminicidio.

No sabemos qué hacer, y ellos, los que debieran ofrecernos seguridad, no nos escuchan, son ¡Indiferente!
Indiferentes ante el dolor de las familias mexicanas, que lloran porque a ella, aún pequeñita de tres años, le truncan su futuro.
Porque todos las queremos que regresen vivas a casa ¡Ni una más!

Comentarios

Comentarios