Enrique Grande Ampudia
Ahora que vivimos lo que es tener un presidente inútil, perverso y ajeno a los problemas del país, rodeado además, de personas impreparadas y totalmente anodinos y serviles, nos damos cuenta del desastre que nos espera.

Las personas nacidas a mediados de los 40’s y50’s hemos sido testigos de varios presidentes y sus gabinetes, formados por políticos militantes de los Partidos.

De ahí han salido diputados federales y locales, senadores, gobernadores y funcionarios, líderes sindicales y todos tipo de “servidores” cuyo primordial interés, ha sido servirse de sus posiciones para enriquecerse, no para trabajar en favor de nuestro país.

Todo mundo viendo para su conveniencia, eso sí, cuidando el puesto y buscando el “hueso” para no quedarse afuera. Así han hecho carrera miles de burócratas que se han hecho millonarios.

El asunto, es que los problemas por los que atraviesa México, lejos de resolverse han crecido conforme la población lo ha hecho; debido como ya se dijo, al desinterés de los servidores, pero también a su escasa preparación para los puestos que han ocupado.

Esa situación se entiende, reitero esos políticos salen de los partidos en donde militan, o del cultivo de la amistad del personaje en turno, pues el amiguísimo también cuenta, así es como se obtiene el hueso, a través de prácticas indignas y abyectas, por lo tanto, no se evalúa la capacidad de los mismos, ni su preparación para ocupar el puesto al que son asignados.

La inmensa mayoría, jamás han trabajado en empresas, en donde hayan destacado por su capacidad y conocimientos, solo lo han hecho en sus partidos y en gobiernos.

Los resultados los estamos viendo. Los generadores del caos son sin duda la corrupción, pero sobre todo la impunidad y la incapacidad de esos políticos.
Por ello considero, que es hora de que la sociedad civil, se incorpore al manejo de los destinos de México. Deberán ser personas con reconocida probidad y exitosas en su profesión, en donde también estarán incluidos empresarios y emprendedores acostumbrados a luchar día a día para mantener sus empresas y su prestigio, según sea el caso.

Esas personas deben pasar a ocupar todas las posiciones en los gabinetes, Congreso de la Nación, locales, gobernaturas y alcaldías, etc.
Los mismos, también serían supervisados por Comités integrados por miembros de la sociedad civil, con voz y voto.
Fuera políticos. Bienvenidos los civiles.

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