Por Carlos Z. Cadena
La “reconversión hospitalaria” de Pepe Cruz, apunta a un escenario descarado, perverso y cínico de escandalosa corrupción en Chiapas.
El nombre del Doctor José Manuel Cruz Castellanos, empieza adquirir relevancia su controvertida figura, ya no en lo electoral que hasta se cambio el nombre a “Pepe Cruz”, y presuntamente cometió según -denuncias públicas- con dinero del erario público de los chiapanecos una de las “campañas electoreras” más negras que se tenga memoria en Chiapas por haber utilizado toda la plataforma financiera de la salud del pueblo chiapaneco, no solo dentro de la vertiente de la epidemia del covid, que fue manipulada a su antojo, escondiendo cifras de enfermos y muertes, sino dentro de supuestos programas de salud pública, entre ellos la denominada “reconversión hospitalaria de Chiapas”, donde actualmente se difunden imágenes en las redes sociales provenientes de la propia población chiapaneca de cómo se “caen en pedazos” las clínicas, centros de salud, y parte de algunos hospitales que fueron incluidos dentro de este programa que se empieza a convertir en uno de los robos más perversos, descarados y cínicos en lo que se refiere a las rehabilitaciones y construcciones de la red hospitalaria del estado más pobre del país, y eso es lo que mas duele.
José Manuel Cruz Castellanos por un tiempo y después transformado en “Pepe Cruz”, asumió el cargo de secretaria de Salud de Chiapas el 8 de diciembre del 2018, y presentó su renuncia el 27 de febrero del 2024, para incluirse como candidato a senador para las elecciones del 2 de junio pasado, no sin antes en un plan con maña andar en busca de la gubernatura de Chiapas, donde hizo una de la campañas más burlescas y ridículas en la historia de México, al crear todo un ejército de miles de botargas que se presentaba por todos los municipios chiapanecos, y que hasta en los panteones en “todos santos”, se introdujeron para llevar a cabo grilla electorera, y que eran corridos por la población.
Una desfachatez que hasta la propia excandidata Presidencial Xóchilt Gálvez y los mismos trabajadores del sector salud hicieron denuncias públicas, y ya no se diga los medios de comunicación locales y nacionales, porque se tomó como un insultó sin precedentes al pueblo para “forjarlo” a como diera lugar un representante popular a “Pepe Cruz” y buscar impunidad, y esto lo platicaba el propio Javier Jiménez exsecretario de Hacienda y hoy flamante diputado local, justamente previendo ante lo que se venía en el sector salud chiapaneco.
Según el portal del Instituto Nacional Electoral, del pasado proceso electoral, el autonombrado Pepe Cruz, ex secretario de Salud de Chiapas, es de los que más ha gastado en el país, aparece en el lugar 33 de 1 mil 337 candidatos fiscalizados por el INE. El periodista Edgar H: Clemente corresponsal de La Jornada señaló en uno de sus espacios, que “Los propios trabajadores de salud han considerado como “escandalosa” la propaganda de Cruz Castellanos quien aparece “hasta en la sopa”, por lo que han exigido públicamente una auditoría a su administración y han protestado con la quema de lonas”. En efecto la gente con el coraje que traía empezó a quemar lonas y publicidad de Pepe Cruz, al que lo ligan que nació en Tabasco.
El ocultar datos y cifras de la pandemia del pueblo de Chiapas, que empezó con conferencias en algunos municipios para después solamente “boletinar” el numero de fallecidos donde hasta ahora no se sabe con certeza el gasto económico que hizo el gobierno de Rutilio Escandón en materia de salud pública durante la titularidad de Pepe Cruz, aparte de que fue una época dorada para flojear de los servidores públicos durante el covid, durante meses brigadistas bien remunerados, se convirtieron en promotores de su personalidad “pelona” para hacerlo gobernador o senador porque era el elegido por los Dioses Olmecas para entregar a Chiapas a los políticos de Tabasco, y para ello se gastaron los cientos de millones de pesos para el exsecretario de salud, en un dispendio histórico, y que fue exhibido en el pasado cambio sexenal de gobierno, ante la chifladera y mentadas de los presentes, y ahora ni siquiera ha venido a Chiapas para atender al pueblo tal como lo prometió, y hasta a la propia clase política de la aldea le ha hecho el “fuchi”. Es un senador convertido en un “cero a la izquierda”. Ni fu ni fa.
Por eso y mas hay razón para que se transparenten el ejercicio de los recursos públicos en el rubro de salud en Chiapas que manejo Pepe Cruz, durante y después del covid, y especialmente el programa de la “Reconversión hospitalaria en Chiapas” , y evidentemente la campaña de las “botargas pelonas”; desde el primer año como secretario de salud pública la diputada local Olvita Palomeque, también fue la primera valiente que acusó públicamente con pruebas fehacientes de la grave corrupción que se venía “operando” al interior del sector salud de Chiapas. ¡Ya se acordaron!.
La chiapanequidad lo que desea saber es el monto global de la sospecha pública que hay entre los presupuestos de la pandemia del covid, la reconversión hospitalaria de todo el sector salud de Chiapas y la campaña electorera que realizó el pelón Pepe Cruz, un personaje que era hasta “ocultado o escondido” por sus propios funcionarios de salud para evitar entrevistas para que pasara en la más grande “clandestinidad” que pudiera haber, aunque aun no ha nacido en el mundo, el funcionario público que no se le detecte sus fechorías y abusos aunque haya pasado muchos años de haber dejado el fantasma de la corrupción cuando fungió como responsable del manejo de presupuestos, y esto lo sabe bien Javier Jimenes, que sabe mucho de estas “conspiraciones presupuestarias” y tal vez por ello, anduvo ahora en todo el mes de diciembre, reuniéndose con grupos de periodistas bajo el señuelo de “las fiestas navideñas”, pidiéndoles solidaridad y explicando su papel que tuvo como Secretario de Hacienda. ¿Y ahora?
Por cierto hasta la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) lamentó de manera profunda en el sexenio de “Chiapas de corazón”, durante la época del covid, cuando las conferencias de prensa y a su vez condenó de forma enérgica, las conductas empleadas por el Titular de la Secretaría de Salud del Estado de Chiapas, Cruz Castellanos, al realizar presuntos actos de hostigamiento y amenazas en agravio de la reportera Liz Leyte, colaboradora del rotativo “Meganoticias”, luego de que lo cuestionara sobre los datos proporcionados respecto del número de casos de COVID-19 en Chiapas, no sólo porque se trataba de agravios a una mujer en pleno desempeño de su actividad laboral, sino porque desestimó el legítimo cuestionamiento del ejercicio periodístico.
Vaya manera de entender la cuarta trasformación en Chiapas, primero apostarle a un “Pelón Olmeca”, y transformarlo a como diera lugar en gobernador o senador para hacerlo su líder, después que se haya conformado un grupo especial de los “amigos íntimos y claves” chiapanecos del sexenio de Rutilio Escandón y su “padrinazgo y madrinaje Olmeca”, y hacerlos diputados locales impunes para salvarse de la siniestrar corrupción en contra del pueblo de Chiapas, dejando a nuestra entidad en un cochinero de corrupción e inseguridad que hoy la chiapanequidad está pagando los platos rotos. Así las cosas.
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