Por Carlos Z. Cadena 

Caso Chiapas, muestra fracaso del manejo de la pandemia de López Gatell

Senadores, diputados federales, organismos de los derechos humanos, médicos y enfermeras mexicanos, gobernadores y un sinfín de núcleos sociales del pueblo de México, han venido pidiendo desde el año pandémico pasado, la renuncia del subsecretario de salud, Hugo López Gatell, ante los diversos escenarios de fracasos con el  manejo de  la pandemia en México, que no solamente ha dejado resultados lamentables y trágicos de miles de mexicanos muertos, sino que ahora al pueblo de Chiapas, nos ponen en el “medallero de la muerte”, al reconocer el propio Presidente de México, López Obrador  que una mala organización ubica a Chiapas en el último lugar en materia de vacunación nacional con respecto al flagelo asesino del coronavirus.  

Durante dos días dentro de “La Mañanera”,  el Presidente de todos los mexicanos, dijo que Chiapas es el estado de la república mexicana, con mayor rezago nacional en vacunas y advirtió que los chiapaneco solo tenemos un 18 por ciento de vacunación dentro de toda la población, peligrosamente la más baja del país, pero ayer otra vez retumbó la voz Presidencial al advertir que una “mala organización” había configurado que Chiapas fuera el último lugar en el tablero nacional, sin embargo nunca dijo de quien era esa responsabilidad de esa  “mala organización”.  

Una mala organización que implica que muchos muertitos de chiapanecos pudieron haber fallecido o se nos adelantaron, porque nunca se vacunaron,  porque sencillamente no había vacunas para Chiapas, lo que deja abierto muchas interrogantes, porque diariamente una conferencia de prensa en cobertura nacional del Subsecretario de salud federal Hugo López Gatell,  informaba de la numeralia de fallecidos y posteriormente de las aplicaciones demoscópicas de las  vacunas, y Chiapas jamás se mencionó que estaba rezagado,  por el contrario, los datos y números que se daban hacían creer que los chiapanecos estábamos muy bien en la atención de salud pública dentro de una pandemia mundial que golpea a todo el   mundo, a México y a Chiapas.    

Se suponía que todo estaba bien dentro de la responsabilidad de salud pública del gobierno federal hacia el pueblo de Chiapas. Pero lamentablemente no fue así, antes que se descubriera el teatro de la vacunación nacional, fue el propio Presidente López Obrador, quien marcó el alto y reconoció que Chiapas por una mala organización se encontraba rezagada en el rubro de la aplicación de las vacunas contra el coronavirus. Sin duda el Presidente se enteró y dijo que lo mejor era darlo a conocer, antes que la prensa nacional manifestara que muchos chiapanecos se murieron porque no recibieron sus vacunas a tiempo como los recibieron los demás mexicanos. Es un diestro en este tema.  

¿Por qué los chiapanecos nos desfasamos tanto en vacunación en comparación con otras entidades del país?  ¿Son muchas explicaciones que nos debe el sector de salud federal del porque ese rezago bárbaro e irresponsable hacia todo un pueblo? ¿Qué paso con los porcentajes de las vacunas que nos informaban diariamente en las conferencias de prensa de López Gatell? ¿Se echaron a perder las vacunas en el trayecto de la ciudad de México hacia Chiapas?, ¿Se fueron a otros estados los pocos miles de vacunas que nos anunciaban que llegarían a Chiapas? ¿Claro que los chiapanecos tenemos derecho a saber la verdad? ¿Es la vida de nuestras familias las que estuvieron en riesgo o siguen estando en riesgo ante ese mínimo porcentaje de vacunación que hay increíblemente en la entidad más atrasada, pobre y analfabeta del país sobre el 18 por ciento?  

Desde el 25 de junio, empezaron a soltar que Chiapas era el estado más rezagado, pero muchos no le dieron interés alguno, sino que fue hasta este miércoles y jueves que lo anunció el Presidente López Obrador, que estalla el problema, porque es una postal muy alta en materia de omisión e irresponsabilidad pública que se incrusta dentro del delito de lesa humanidad.   El hecho que no se cumplió con el patrón y la logística del traslado de la vacuna a Chiapas, y que nos dieron atol con el dedo, podríamos preguntar ¿Cuántos chiapanecos fallecieron por no poderse vacunarse a tiempo, ante la embestida del coronavirus, al que tanto se le teme?  

Hay quienes dicen que el Presidente López Obrador se lavó las manos, y así como es, observara el grado de escándalo, para que asuma su papel de que diga que se investigue y que se deba castigar a quienes protagonizaron esta omisión y descuido de la función pública federal o que sean funcionarios chiapanecos los culpables.  López Obrador soltó el anunció porque sabía que, si lo reventaba o denunciara un medio nacional de los que él llama “conservadores”, se le vendría el mundo abajo, porque es la vida humana a la que se le falló y eso significaría una mega tragedia peor, por las que tanto acusa a los otros expresidentes mexicanos.  

En el pasado proceso electoral del 2021 y que acaba de pasar,  fuimos los chiapanecos los que más votamos por nuestros diputados federales a nivel nacional, siendo el estado más pobre y analfabeta, pero unos chingones en democracia y civismo, y que nadie se la creyó evidentemente, y ahora nos castigan el poder central de México,  la federalización de Chiapas,  que en medio de una pandemia mundial que ha matado a millones de seres humanos,  somos los últimos de una geografía nacional de 32 entidades federativas después de todo un proceso estratégico de salud pública federal  que se vivió todo el 2020 y estos meses que lleva el 2021, en materia de vacunación contra el coronavirus. Que poca no. Que brutos.  

Los chiapanecos merecemos explicaciones, la misma OMS, la OPS, y la ONU deben de intervenir porque es un error humano donde muchas vidas dela sociedad chiapaneca posiblemente se perdieron y otras no cuentan con la protección ahorita –en estos momentos- que otorga la vacunación del covid 19.  

¿Y que no vengan a decir que la gente no se quería vacunar porque eso es una jalada y vil mentira, o sea que los chiapanecos nos interesa mas la democracia y elegir a nuestros diputados federales y locales y nos vale un soberano cacahuate la salud de cada uno de los chiapanecos? Que no quieran venir con engaños y a darnos pozol de cacao en la boca, los que son demócratas y respetan el civismo, tiene forzosamente que velar por su vida. ¿O no?    

López Gatell, es el funcionario federal que más ha sido acusado de irresponsabilidad pública en la cuarta transformación, y es el que más ha defendido el Presidente de México, y esta postal de omisión de la función pública mexicana en este supuesto nuevo sistema político mexicano, apunta hacia él. Chiapas requiere explicaciones certeras y que convenzan. ¿Por qué ocupamos el último lugar dentro del ranking nacional de la vacunación que más aspiraba un ser humano en el mundo para poder vivir? ¿Pues qué no somos humanos los chiapanecos o siguen pretendiendo tomarnos de conejillos de indias como lo han hecho desde que orgullosamente decidimos ser mexicanos.  

Esto no podría ocurrir en Jalisco, Nuevo León, Estado de México, Tamaulipas, o cualquier otra entidad el país. Le declararían la guerra al Presidente y su protegido de toda la vida Hugo López Gatell. ¿Por qué Chiapas?  

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