Latitud Megalópolis | Roberto Contreras

Esta fecha  ha sido proclamada por la UNESCO para reconocer el trabajo periodístico, es un homenaje a todos aquellos profesionales que han hecho de su palabra, de su pluma, de su voz, la ventana para que la sociedad pueda saber lo que sucede en el entorno y que le ayude a informarse,  reflexionar y actuar de acuerdo a lo que a cada uno nos toca.

Sabemos que cada quien ve desde su propia óptica, que cada uno maneja su propio entorno, pero también asumimos la responsabilidad de lo que vamos a decir.  Esa libertad, independencia y pluralidad es lo que engrandece esta hermosa profesión y que nos lleva a ser un componente esencial de toda sociedad democrática.

En defensa de esas ideas, de esas palabras, de esas imágenes, se han pagado muchas vidas también, el reconocimiento a todos ellos.

Con el manejo diversos de medios, sobre todo a partir de las redes sociales, vemos que algunos toman un papel funcional o disfuncional como en toda democracia pero que en ocasiones  se distorsiona la realidad.

Ahora, en campañas políticas es más evidente, debemos reconocer el papel que juegan los medios al fortalecer el debate y la interrelación entre la sociedad y los actores políticos, pues son con frecuencia la única ventana a la política de la mayor parte de la sociedad, le creemos a lo que vemos y a determinados periodistas.

Hay, por fortuna demasiada información y eso es una de las ventajas de la democracia, y así debemos verla, no solo ponerla en 2 perspectivas, la que está a favor, o la que está en contra de alguna idea o postura. Esa división no se aplica, solamente la que sabemos que es buena o mala, pero eso ya va más en el sentido de la calidad ética, moral, cultural, de grado de inteligencia, educación, audacia, que todo eso suma para poder reconocer  y hablar de un buen y mal periodista o medio, al que le sumamos que tenga y reconozca la pluralidad, independientemente de su línea editorial.

Es válido, profesional y humano tomar partido, a pesar de que hay medios cada vez más acotados  y eso ha valido para que algunos profesionales dejen de trabajar en ellos, valiéndose de todo tipo de argumentos.

La libertad debiera ser  un lugar común, cuando es responsable y honesta. Los periodistas, como tal, hacen las preguntas concretas a los personajes que acuden, luego nos emiten las respuestas y nos dejan ver su óptica.  Dejemos que esos personajes hagan su papel como políticos, empresarios, deportistas, músicos, actores, en fin todos los miembros que son “populares” de la sociedad y que  hagan su papel, que el periodismo hará el propio respecto al medio en que se desarrolle, analizar lo que ha visto de manera objetiva que eso tiene una enorme responsabilidad.

El periodismo no debe inclinarse por una causa política, sino que debe presentar el escenario para que cada ciudadano tome sus propias decisiones, debe ser el conductor de la democracia, el contrapeso a los abusos del poder, pero no incidir en quienes forman parte de la audiencia.

Es cierto que con las redes sociales la manera de hacer política ha cambiado, ahora con noticias falsas, bots  con más malicia que responsabilidad y así nos encontramos con cualquier cosa que puede incidir en la forma de pensar de las personas.

Los medios y los periodistas tienen una gran responsabilidad en la sociedad, por ello deben ser trasparentes, tener una buena conversación pública, transparente con la audiencia que sabrá elegir a quien seguir y luego tonar decisiones. La información es un bien común, es la salud de una sociedad.

La libertad de prensa, siempre viva.

bobcontreras1@gmail.com

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