Por Latitud Megalópolis/Armando Ríos Ruiz

Lo que sigue es una parte mínima de la realidad criminal que impera en México, mientras el Presidente de este adorado país insiste en afirmar que sus operativos de combate dan excelentes resultados y su secretaria de Seguridad maquilla cifras para endulzarle el oído, en obediencia a la orden de arreglarlas para agigantar la figura del señor ante sus fieles enamorados.

Un reciente informe del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad (ONC) asegura haber encontrado alzas en asesinatos, extorsión y violación, así como en el robo de hidrocarburos o huachicol. Esta organización ha logrado desmentir las declaraciones triunfalistas de reducción de la violencia de género, del robo de gasolina y de la desaparición de personas, de la transparencia y de la rendición de cuentas.

Como ya es costumbre, el gobierno ha presumido durante todos los años de esta administración, que está dedicado a cambiar el rostro de México en bien de sus habitantes. Pero la realidad lo desmiente y asegura que se ha actuado de una manera ilimitadamente irresponsable y que existe un sector de mexicanos que, en virtud de vivir en la ignorancia, no tiene la mínima capacidad para advertir el inminente peligro que vivimos.

Este análisis detectó un alza de 40 por ciento en delitos patrimoniales. 175 en los que atentan contra la libertad y seguridad sexual. 94 por ciento en los que atentan contra la vida y la libertad personal. 25 por ciento en delitos del fuero común. Cifras que nada tienen que ver con las de la periodista Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad Pública, que ya arreglaron al país, como para competir por la calificación cero crímenes a nivel mundial.

El mismo estudio revela que apenas el año pasado, la incidencia delictiva contra mujeres apuntó niveles inalcanzables e históricos, como la extorsión, contra a vida y la integridad personal, contra la sociedad, contra la libertad personal. Nadie sabe, porque no ha ocurrido, que el máximo líder haya movido un solo dedo para contrarrestar el fenómeno.

¿Y sabe usted cuál es la principal causa de muerte entre jóvenes de 0 a 17 años? Nada más y nada menos que el asesinato con dolo. Nadie hubiera podido imaginarlo. “La Red por los Derechos de la Infancia en México, asegura que cada día 5 menores de entre 0 y 17 años son ejecutados. Chihuahua, Guanajuato y Edomex, los que más casos de este tipo registran”.

Por razón de la ola criminal que crece cada día ante la justificación de la misma autoridad que debe combatirla con denuedo, la ciudadanía se ha reunido en marchas de protesta para demandar un alto. Lo único que ha encontrado, es al responsable de procurar seguridad, exhibiendo el marfil que esconde tras la sonrisa perversa, como entregado al placer de hacer daño.

¿Y qué han logrado las madres de desaparecidos que claman por sus familiares? Perder el tiempo ante la máxima autoridad, que prefiere atender a otras similares de diferente país, porque sabe que éstas no le exigirán poner un remedio o disponer de un mecanismo que coadyuve con la búsqueda. Esto no puede llamarse más que valemadrismo puro en la proveeduría de justicia.

Para acabarla, estadísticas de la misma Secretaría de la Defensa, en lo que va de esta administración, revelan que el canje de armas cayó 76 por ciento, comparado con el mismo período de Peña Nieto, durante el cual fueron recibidas 89 mil 697 armas, mientras en este desgobierno apenas se ha logrado la cifra de 21 mil 479. Que alguien me diga ¿en qué rubro, la 4T ha resultado superior a los anteriores que tanto critica? ¡Ah si! En mentir.

¿Por qué la gente ya no canjea sus armas? Por el inmenso temor que ha engendrado el mismo Mandatario, que ya no deja dudas sobre su protección a los criminales, en una distancia infinitamente opuesta o muy por encima del abandono en que ha dejado a los mexicanos. ¡Conste!: dicho por la misma institución, aunque, con otras palabras.

Pero el jefe está más preocupado por las alecciones, que por cualquier problema que padezca el país. Lo más importante es dejar a su sucesora para consolidar el verdadero plan, localizado por gente muy preocupada por nuestro futuro, de imponer un sistema, prácticamente de auténtico terror, con el secuestro de propiedades y otras medidas de ese tamaño.

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