María Elena Maldonado
En México durante 148 años en el matrimonio civil se leyó obligadamente, La Epístola de Melchor Ocampo, hasta que muchas voces se alzaron acusándola de machista, discriminadora, ya que dice: …El hombre, cuyos dotes sexuales son principalmente el valor y la fuerza, debe dar y dará a la mujer protección, alimento y dirección, tratándola siempre como a la parte más delicada, sensible y fina de sí mismo, y con la magnanimidad y benevolencia generosa que el fuerte debe al débil, esencialmente cuando este débil se entrega a él, y cuando por la sociedad se le ha confiado.
La mujer, cuyas principales dotes son la abnegación, la belleza, la compasión, la perspicacia y la ternura debe dar y dará al marido obediencia, agrado, asistencia, consuelo y consejo, tratándolo siempre con la veneración que se debe a la persona que nos apoya y defiende, y con la delicadeza de quien no quiere exasperar la parte brusca, irritable y dura de sí mismo propia de su carácter. El uno y el otro se deben y tendrán respeto, deferencia, fidelidad, confianza y ternura, ambos procurarán que lo que el uno se esperaba del otro al unirse con él, no vaya a desmentirse con la unión. Que ambos deben prudenciar y atenuar sus faltas. Nunca se dirán injurias, porque las injurias entre los casados deshonran al que las vierte, y prueban su falta de tino o de cordura en la elección, ni mucho menos se maltratará de obra, porque es villano y cobarde abusar de la fuerza.
Si la sociedad se hubiera manejado bajo esas premisas, este sería otro mundo, uno sin violencia, agresiones, ni ofensas, mucho menos feminicidios, definitivamente quitaría o modificaría frases y palabras, como esa de la parte más… “de sí mismo”, tratándolo siempre con “veneración”. La última parte desde “El uno y el otro se deben respeto… hasta el final es un excelente consejo para una armoniosa convivencia, pero se quedó en palabras, quizá unos cuantos se hayan regido bajo la promesa que hicieron el día de su boda civil.
Desgraciadamente esto no sucede en la realidad. En México, actualmente son asesinadas en promedio diez mujeres todos los días, más los ataques, golpes, humillaciones que sufren; algunas se denuncian, la gran mayoría se quedará dentro de las paredes de las habitaciones donde sucede quizá visto por niños que se verán afectados de vivir en un ambiente violento en el que muchas veces también son víctimas directas.
El régimen del tabasqueño desde el principio se vio poco solidario con nosotras, empezó cancelando guardería y refugios para mujeres violentadas, esto es una embestida frontal en contra de la libertad y tranquilidad para asistir a trabajar, cuando sabemos que en este 2021 su participación en el mercado laboral es de 40.9% y que muchas de ellas que hacen los suyo para ganarse unos pesos, no se incluyen en estos porcentajes, pues trabajan en casa o en alguna ocupación informal. ¿Cuántas mujeres conoce que son el único sustento para sus familias? Pues el hombre de la casa un día se fue para nunca jamás volver, o peor, habita en la casa, es violento y no ayuda económicamente. Es variada la cantidad de formas que se dan en los modelos “familiares” en los que las mujeres acaban siendo las que cargan la responsabilidad total de la casa, la comida y el sustento.
Si cancelar las guarderías fue nefasto, cancelar los refugios para mujeres violentadas es un CRIMEN ABSOLUTO. ”Por instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, los refugios para mujeres que viven violencia extrema no recibirán subsidios del gobierno para la prestación de servicios este año. La convocatoria para acceder a los más de 346 millones de pesos aprobados para 2019 en el Presupuesto de Egresos de la Federación fue suspendida desde el pasado 14 de febrero, anunció el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva.
EL ARGUMENTO PARA YA NO ASIGNAR SUBSIDIOS A ESTOS REFUGIOS FUE “ACATAR CABALMENTE” LA DECISIÓN DE LÓPEZ OBRADOR DE NO TRANSFERIR RECURSOS PUBLICOS A LAS ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDA CIVIL. “En resumen, porque al engendro se le da la gana, no existe una razón.
Hay mujeres que escapan de su casa, las más de las veces con sus hijos en un intento de salvar sus vidas ¿imaginan que antes tenían un lugar en donde ser acogidas en esos difíciles trances por personas especializadas en atenderlos? Ya no existen y ellas no tendrán un refugio y se sumarán a las listas de feminicidios, sus hijos también pueden morir o pasar a formar parte de los niños huérfanos, abandonados o en situación de calle.
Y entre muchos desaires a las mujeres, incluyendo colocar un muro el 8 de marzo en vez de entablar un dialogo. No con las vándalas que ellos mismos pagan -comprobado- para desacreditar el movimiento. Sí con las madres que buscan justicia, pues ellas mismas han investigado y conocen el paradero de él o los causantes de la muerte de su hija y nadie hace algo. Sí con las madres que buscan en fosas la certeza de que su hija está muerta, para ya no esperar más su regreso. Sí con el respeto a las y los que son presas de la delincuencia y que este régimen decidió abrazar y convocar a que se porten bien, en vez de aplicar la ley y la justicia.
La última -que es de siempre- son las niñas que por usos y costumbres son vendidas por sus padres en edades que deberían estar disfrutando, pero su realidad es ser esclavizadas para trabajar y ser abusadas sexualmente por “el marido” su padre y al que se le ofrezca. Hace años debería haberse evitado esa “costumbre” pero hoy menos que nunca se hará algo por evitar ese salvajismo. Mientras el badulaque de “Palacio” pese a los múltiples y desgarradores testimonios de mujeres víctimas de este drama, común en estados del sur del País, minimizó el hecho, afirmando que son comunidades llenas de valores, que eso no es como se dice y que también sucede en las clases altas, que no seamos racistas, clasistas, ¡Imbécil! Eso no debe suceder en ninguna “clase” no puede ser que argumente semejante insensatez. Tenemos un desquiciado mental sentado en la presidencia de MÉXICO.