Por Socorro Valdez Guerrero

Saben, es doloroso la muerte repentina. Vivirla y sentirla, es taladrante. Pero lo es más, la necedad. Y duele cuando entiendes que no todo es responsabilidad de otros, sino ¡tuya! Y no haces nada.

No se empecinen, no se sientan invencibles, no sean ¡Necios! ¡Protéjanse!, den respaldo, ofrezcan ayuda, cuiden por lo menos a los suyos. Si eres comerciante, ¡no abuses, no te aproveches! Y tú, que muestras pasión, hazlo para cuidarte, para cuidar a tu familia.

Dejen de defender a un gobierno o de pelearse con quien lo acusa. Hoy es ¡Auto cuidarse! Hagan de todo. Es más fácil prevenir, es más sencillo el auto cuidado. Es real la incapacidad, la saturación, la negligencia. Es real que los panteones y crematorios están saturados.

Ni las autoridades encargadas de la política en materia de salud saben cómo enfrentarlo. El estudio para detectar COVID, es caro -entre mil 500 y 10 mil pesos-, y sin resultados inmediatos.

Las empresas, las instituciones sólo ven no perder dinero y, no quieren que se gane sin trabajar, por eso aumentan los contagios, los muertos, pero en tí está cuidarte y evitar tu muerte.

No saben ni sabemos, cuando nos pasa, cómo enfrentar esto que ya se desbordó. Y sí no hay calidad, menos existe ¡Calidez! Y al menos con los nuestros, con nosotros mismos debemos hacer todo, todo. Auto cuidarse es ahora más prioritario. Esa es la verdadera urgencia. ¡Cuidarse!

El calvario, la desesperación para la atención es ¡Real! Por eso si no haz enfermado, ¡cuídate, y cuida a los tuyos! Eso es más sencillo. Se los dice quien hoy llora, quien no se puede caer a abrazar el luto, quien debe sacar la casta para seguir, para decirles a todos, ¡Cuídense! Y para agradecer esas muestras y esa atención que han tenido para mi, para mi familia, para este dolor
taladrante que no cesa. Su apoyo a distancia, me reconforta. ¡Gracias!

Gracias a quienes me conocen y a quienes no, ¡gracias! por mostrar su solidaridad, su cariño y su respaldo. Gracias a quienes están en los estados y a quienes están en la capital. Gracias y por favor, insisto, no sólo hay incapacidad, hay nula sensibilidad para atender esa emergencia, por eso es mejor que se prevengan y se cuiden. Nadie lo hará, ¡nadie!, sino sólo ustedes. Concienticen a sus cercanos, y basta ya de promover mentiras y odio. Se los pido, con lágrimas que me nublan, y escurren en la caja con las cenizas de mi hermano.

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