Por Socorro Valdez Guerrero

¿Cuántas campañas cubrí?, no recuerdo. La primera con Miguel de la Madrid, como presidente del país. Salinas de Gortari, candidato y yo apenas comenzaba.

Eran mis inicios en el periodismo. Todo me sorprendía. Buena organización. Logística impecable. Información ordenada y mucha ¡Compra de votos! Líderes, sobre todo lideresas, de empuje, bien organizadas.

Todavía recuerdo en mis años mozos a doña Olivia, que como ellos, se beneficiaba en cada elección.Los dirigentes del ayer, como los de hoy se ¡Frotaban las manos!

Y eran, son los que en las colonias tenían los mejores beneficios. Grandes terreros y les daban todo.

Muchas como hoy, se quedaban con gran parte que debían repartir. Nada cambia. Salían los vendedores de fórmulas mágicas para ganar, como lo hicieron hoy.

Pocos partidos, en ese entonces y mucho dispendio de dinero. Publicidad a granel. Paredes tapizadas, regalos de todo tipo.

El tiempo del derroche burdo, donde votar no era convicción, representaba dinero. Ganancias para todos.

Hoy noté algo o tal vez, mucho diferente. Aunque a los de siempre, también el hoy, les movió el dinero por el sufragio. También hubo trampas como las de antaño.

Hoy filtradas en las redes de esos cientos de ojos que observaron la compra.No tan ocultas, si más vigilantes institucionalmente.

Lo mejor, fue la ¡Unión! Mexicana. Convicción de conciencia de ejercer el voto, también de no hacerlo. Él, los volvió a unir.

Unió a unos en su contra, a otros todavía a su favor, incluso a aquellos que repudiaron su derecho a expresar y emitir un sufragio.

Logró, lo que pocos. Volcar a los mexicanos sobre las urnas, sobre el voto.Incluso a ir contra lo que daña cualquier democracia, la ¡abstención! El desdén a lo político.

Trataron de aplastar su ¡Renuncia! Al derecho de votar y no lograron. Aún hay resabios y molestias. La mitad de los mexicanos también se manifestó.

Mostró su repudio. Su rechazo a todo lo político. Auto cancelaron su derecho. Aunque también fue una forma de expresión y ¡Decidieron! Desdeñaron el su sufragio y otros, lo valoraron para el cambio y la transformación de fondo.

Fue el ¡No! Más decisiones por ti, por mi, por ¡Todos!Aún falta. No se termina y ese voto, sólo modificó posiciones, fuerzas y pesos.

A ti, a mi, a todos, nos toca empujar y exigir cumplan las promesas. No dejar pasar ni permitir imponer a conveniencia de colores.

Ellos, ellas, las que escogiste gobiernen o legislen, son tus representantes. Nos toca entender que los programas sociales ni son un favor ni para unos cuantos.

Aprendamos del ayer, de antaño, para no llorar ni lamentarnos en el presente. Digamos ¡No! A lo que daña a todos. Y sí, a la unión de todos los mexicanos, sin colores, sin división, sin odios.

Es un sólo ¡México! Somos una sola fuerza capaz de alzar los brazos y decir ¡Ganamos! Los mexicanos.

Esto no termina aquí…

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