Por Mario Díaz

       César Augusto y la ley del karma

-Podría repetirse la historia que involucró a Baltazar Hinojosa Ochoa
-Acuerdos cupulares permitieron la primera alternancia en Tamaulipas
-La Cuarta Transformación podría influir en el segundo cambio de color

SIN duda, el destape del secretario General de Gobierno CÉSAR AUGUSTO VERÁSTEGUI OSTOS a la candidatura panista a la gubernatura, con todo y el camuflaje de una concentración masiva convocada por una asociación civil denominada Todos por Tamaulipas, es un ingrediente sazonador que le ha dado más sabor al caldo político tamaulipeco.

Apoyado por todo el aparato del gobierno estatal, prácticamente VERÁSTEGUI OSTOS se perfila como el seguro portador del estandarte albiazul al relevo del gobernador FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA, durante la competencia electoral que convocará a las urnas el primer domingo de junio del año próximo.

El multitudinario acto en el Polyforum de ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, supera con creces las legítimas aspiraciones del alcalde del puerto de Tampico, JESÚS NADER, y del diputado federal plurinominal GERARDO PEÑA FLORES. No obstante, el edil continúa “picando piedra” (más por comparsa que posibilidades), mientras que el legislador en San Lázaro decidió “bajarle dos rayitas” al proyecto, atendiendo indicaciones del alto mando provenientes de la oficina más importante del tercer piso del Palacio de Gobierno.

Sin embargo, la concentración masiva de hace siete días que en apariencia demuestra un generoso músculo político, salvo para la foto, no necesariamente representa una garantía de triunfo a la hora de cruce de la boleta electoral. Lo que sí demuestra es una capacidad de movilización que no fuera posible sin el apoyo del aparato y estructura gubernamental.

Además, los panistas beneficiados por los “vientos del cambio”, por obvias razones, se resisten a dejar la zona de confort y las ventajas que representa la continuidad del PAN-gobierno. Una eventual alternancia morenista traería como consecuencia el despido masivo de la burocracia no sindical, como en su momento hizo lo propio el sexenio cabecista que se desligó de todo “lo que oliera a priísmo”.

Como suele suceder, el destape camuflado del aún Secretario General de Gobierno ha provocado una serie de conjeturas, especulaciones y lecturas diversas. Entre otras, que CÉSAR AUGUSTO será sacrificado a pesar de la “cruenta batalla” política, para, finalmente, permitir la segunda alternancia en la historia política tamaulipeca, bajo las siglas de la marca política del momento: AMLO-Morena.

Dadas las públicas diferencias que existen entre el presidente de la república ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y el gobernador FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA, se antoja punto menos que imposible que el tabasqueño deje que el reynosense “le coma el mandado”.

Cuestión de recordar que, al menos hasta el momento, existe una orden de aprehensión en contra de GARCÍA CABEZA DE VACA y el desafuero por parte de la Cámara de Diputados, situación que ha esquivado con el fuero local que lo blinda hasta el último día de septiembre de 2022. Después de esa fecha-si no hay entendimiento político-ni la escolta policial que resguardará la integridad física del mandatario podrá impedir que se haga cumplir la orden emitida por un juez federal.

Otra lectura es que CÉSAR AUGUSTO VERÁSTEGUI OSTOS habrá de resentir los efectos kármicos, como consecuencia de lo ocurrido en el pasado relevo del Ejecutivo Estatal que, todo hacía suponer, ganaría el ex alcalde matamorense BALTAZAR HINOJOSA OCHOA. Acuerdos cupulares entre el PRI y el PAN abrieron las puertas de par en par, lo que puso fin a la hegemonía tricolor en Tamaulipas y dio paso a la primera alternancia partidista.

Resulta más que claro que al presidente LÓPEZ OBRADOR no le interesa encarcelar a nadie en su campaña supuesta o real de combate a la corrupción. Lo que sí le interesa es la continuidad de la Cuarta Transformación y pintar de guinda la mayor parte del territorio nacional. Desde esa perspectiva no resulta aventurado predecir un arreglo político que condicione el fin persecutorio contra CABEZA DE VACA a cambio de la entrega del poder estatal en la esquina noreste de la república mexicana.

Cierto, muy cierto. Es más que evidente que la procuración de justicia se usa como brazo armado para someter al rival político. Al igual que en el priísmo y en el panismo, en la 4T también es una práctica recurrente, lo mismo que estila el gobierno de los vientos del cambio en Tamaulipas.

Es decir, ni se está descubriendo el hilo negro o el agua tibia ni tampoco nadie debería sorprenderse de esa práctica, eso sí, tal vez legal, pero inmoral.

Ni hablar.

DESDE EL BALCÓN:
I.-Ah, que caray. Ahora resulta que la exalcaldesa en la tierra de Rigo Tovar, LETICIA SALAZAR VÁZQUEZ, se ha sumado al proyecto Todos por Tamaulipas en apoyo de CÉSAR AUGUSTO VERÁSTEGUI OSTOS.
Todavía en el pasado proceso eleccionario operó políticamente en favor de la morenista CARMEN LILIA CANTUROSAS, quien ganó la alcaldía de Nuevo Laredo.
Durante su intervención en el Polyforum no pasó desapercibido que LETY hizo uso del slogan del exgobernador EGIDIO TORRE CANTÚ al manifestar su deseo de lograr “el Tamaulipas que todos queremos”.
Al término de su trienio y principio del cabecismo recurrió al ostracismo político ante el amago del gobernador GARCÍA CABEZA DE VACA que no la veía con buenos ojos desde que disputaron la candidatura panista al relevo del entonces gobernador EGIDIO TORRE CANTÚ.
Posteriormente, como es natural y lógico, buscó protección política de alto nivel y se refugió en el grupo que lidera el senador RICARDO MONREAL ÁVILA.
El supuesto o real desvío de 200 millones de pesos es la punta de lanza de los vientos del cambio que ahora la obliga a sumarse públicamente al proyecto panista orientado, aparentemente, a retener la gubernatura.

¿Cómo la ve?

Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx

Comentarios

Comentarios