Por Mario Díaz
Ni Maestrías ni Doctorados
-No necesarios con los cambios a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación
-Reforma de la 4T al poder judicial aniquila la carrera surgida en el cambio de 1995
-Mejorar la impartición de justicia fue el manto protector para la venganza de AMLO
H. Matamoros, Tamaulipas.-Como era de esperarse, una vez publicadas en el Diario Oficial de la Federación el pasado 20 de diciembre las nuevas reglas para elección de jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación, prácticamente se dio la estocada final a la carrera judicial iniciada en 1995.
En consecuencia, los nuevos juzgadores serán aquellos que logren el mayor número de votos ciudadanos en las elecciones de 2025 y 2027 y no aquellos con mayor preparación académica.
Por obra y gracia de diputados y senadores “y porque el pueblo así lo pidió en las elecciones de junio 2024” quedarán en el olvido los cursos para participar en los exámenes, los concursos entre los aspirantes más preparados y los años en el escalafón de la carrera judicial.
Las nuevas reglas de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación eliminan la normatividad que estaba vigente desde la anterior reforma aprobada en 1995 que dio paso a la carrera judicial. A partir de 2025 será de mayor relevancia la simpatía de los candidatos a magistrados de circuito y jueces de distrito que los necesarios conocimientos en materia de Derecho para una justa, imparcial y equitativa impartición de la justicia.
Con la nueva reforma al poder judicial que prioriza la simpatía y coloca los conocimientos en segundo plano, ya no serán necesarias las maestrías y doctorados ni tampoco el dominio total de las áreas de derecho administrativo, laboral, civil y penal.
Quedarán para la historia las competencias entre cientos de aspirantes a jueces de distrito o el concurso de decenas de candidatos a magistrados de circuito y, por supuesto, los exámenes orales y prácticos.
De acuerdo a la nueva normatividad en la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación bastará un promedio académico de 8 y cinco cartas de recomendación para ser elegible a formar parte de los juzgadores federales.
Los futuros togados ya no estarán obligados a cursos post universitarios, por lo que prácticamente se olvidarán de maestrías en Derecho Administrativo y Fiscal o en Derecho Laboral, ni tampoco será requisito el doctorado en Derecho Constitucional.
En lo sucesivo, los actuales jueces y magistrados estarán condenados a dedicarse a la docencia universitaria o bien sumarse a la actividad litigante pública o privada.
Cabe señalar que, hasta antes de la reforma de 1995, el único camino para ser juez de distrito requería de una propuesta ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Posteriormente, con la reforma constitucional, se dio paso a la carrera judicial que trajo consigo los concursos mediante exámenes de conocimiento y experiencia.
Asimismo, con ese cambio a la Ley Orgánica del PJF se incluyó la paridad de género y se dio más oportunidad a las mujeres para participar en los exámenes para calificar los conocimientos académicos.
Hasta antes de 1995 mediante un estudio previo se comprobó que las mujeres eran las que menos ascendían en la carrera judicial al descuidar su profesión derivado de sus obligaciones maternales y domésticas, situación que terminó con los exámenes de genero con la participación equitativa de hombres y mujeres.
Al respecto, una corriente de opinión sugiere que la reforma al poder judicial está afectando la división de poderes en el Estado mexicano y que, además, pone en riesgo las prestaciones de ley de los empleados al servicio del Poder Judicial de la Federación.
Quienes así opinan toman como claro ejemplo la negativa del Poder Legislativo para acatar las sentencias derivadas de los juicios de amparo con origen en el Poder Judicial.
El desacato de los resolutivos de distintos jueces de distrito por parte de diputados y senadores es un indicativo claro de que el Poder Judicial de la Federación prácticamente está desactivado, con todo lo que lo implica para la democracia mexicana.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Ante la celebración del Día del Periodista en México, el pasado 4 de enero, la periodista argentina a través de quien esto escribe transmitió el siguiente mensaje:
“Querido Mario mis más sinceros saludos por este día del periodista que cobra una particular trascendencia por la situación que atraviesan en México.
Auguro un año, un 2025, con menos violencia física para quienes caminan el difícil arte de ejercer el derecho a la información.
Para los colegas mexicanos, vaya este saludo fraternal cargado de esperanza en la idea, siempre, de vivir en un mundo mejor.
Con fraternal afecto, Lidia Fagale, periodista argentina, miembro de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires y de la Plataforma de Periodistas del Belt and Road”.
Mil gracias, estimada Lidia.
II.-A medida que avanza la reforma al poder judicial y en paralelo la elección de ministros, magistrados y jueces en 2025, es más que claro que el cambio constitucional obedece al deseo de venganza del ex presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR en contra del Poder Judicial de la Federación por el freno a sus iniciativas de reforma congeladas en febrero del año pasado.
Ni hablar.
III.-En breve, el ahora ex Juez Federal Doctor en Derecho FAUSTINO GUTIÉRREZ PÉREZ presentará su libro Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas en México y Criminal Compliance, obra literaria editada por Editorial Porrúa.
Define el autor:
“Esta obra constituye de manera clara y sistemática una guía para que estudiantes de derecho, abogados de empresas, procuradores de justicia, peritos y juzgadores cuenten con una orientación que les ayude a comprender un tema novedoso para el derecho penal mexicano, que fue incorporado en el Código Nacional de Procedimientos Penales: la responsabilidad penal de las personas jurídicas”.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx