Por Mario Díaz
“Santo” vs huachicol
-Ex director de la aduana de Tampico dio la puntilla a red criminal
-Centro Federal de Inteligencia Criminal revela los pasos del huachicol
-Pocas ganas de la 4T para proceder contra los evasores fiscales
H. Matamoros, Tamaulipas.-Es más que claro que el gobierno de la Cuarta Transformación no quiere ahondar en el caso del huachicol fiscal y considera como suficiente el encarcelamiento del vicealmirante ROBERTO FARÍAS LAGUNA, sobrino del ex secretario de Marina en el pasado sexenio, RAFAEL OJEDA DURÁN.
Los datos aportados por el exdirector de la Aduana en el puerto de Tampico, Tamaulipas, y dos testigos protegidos que formaban parte de la red criminal de contrabando documentado de hidrocarburos ante la Fiscalía General de la República (FGR) son suficientes para ejercer acción penal en contra de numerosos funcionarios aduanales y de la Marina Armada de México.
El ex funcionario aduanero al sentir que el “cerco se cerraba” decidió cooperar con la FGR y se le asignó el nombre clave de “Santo”. El informante confesó que él se encargaba de repartir los sobornos por cada buque-tanque que arribaba al puerto de Tampico y que ascendía a la cantidad de un millón 750 mil pesos.
Con base en testimonios, la FGR tiene documentado en la indagatoria que personal de la Marina Armada de México y empleados de la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA) dieron “luz verde” a 31 navíos para que entraran a los puertos de Tampico y Altamira en el estado de Tamaulipas, con millones de litros de diésel documentados como importación de aceites o aditivos.
Cabe señalar que se conoce como huachicol fiscal a la actividad ilícita de importar combustible refinado en Estados Unidos, amparado con documentación falsa que “convertía” el diésel en aditivos, aceites u otros ingredientes para fabricar carburantes, generando millonarias utilidades económicas a los delincuentes de cuello blanco al pagar un arancel muy por debajo del correspondiente a hidrocarburos.
El aseguramiento del buque-tanque Challenge Procyon en el puerto de Tampico con diez millones de litros de diésel se convirtió en la punta de la madeja que dejó al descubierto la red criminal que mantiene en jaque al gobierno de la 4T, por aquello de que “se acabó la corrupción”.
El testimonio del ex director de la Aduana del puerto de Tampico, testigo protegido de la FGR con el nombre clave de “Santo”, así como una investigación del Centro Federal de Inteligencia Criminal (CFIC) dieron la puntilla a esa ilícita actividad que permitía y organizaba el vicealmirante ROBERTO FARÍAS LAGUNA.
El primer paso era designar al personal militar y funcionarios civiles que recibirían los buques cargados con combustible documentado como aceite o aditivo y definir el monto del soborno correspondiente.
Luego, la Capitanía del Puerto y la Administración del Sistema Portuario Nacional definía horarios nocturnos, muelles de atraque, recinto fiscal y se evitaban revisiones exhaustivas de los manifiestos de importación.
Personal de la Unidad Naval de Protección Portuaria (UNAPROP) se hacía de “la vista gorda” de la ilícita operación y, por el contrario, brindaban cobertura militar a la maniobra.
Pretendiendo demostrar que se cumplía con el protocolo de revisión se utilizaba el equipo de espectroscopía portátil para identificar la carga que transportaba el buque, pero arrojaba resultados negativos en el trasporte de hidrocarburos.
La burocracia en el laboratorio central de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) retrasaba por varias semanas las pruebas de análisis o bien los verificadores cambiaban las muestras por recipientes ya preparados y dar por concluido el procedimiento administrativo.
La “cereza del pastel” la colocaba el personal de la Administración del Sistema Portuario Nacional al permitir y coordinar el acceso a decenas de pipas en donde se trasvasaba el combustible para dar paso al sistema ilícito de distribución.
La estrategia de la red criminal del huachicol fiscal para garantizar la lealtad de los involucrados y no difundir información dentro de las aduanas y mandos navales consistía en la rotación del personal en el área de adscripciones, subdirecciones y jefaturas.
Sin embargo, el aseguramiento del Challenge Procyon en el puerto de Tampico, Tamaulipas; el “calambre” del ex director de la Aduana de Tampico identificado como “Santo”; y la investigación del Centro Federal de Inteligencia Criminal dieron el “jaque mate” y colocaron el relieve la red de corrupción derivada del huachicol fiscal.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Dicen y dicen bien que la realidad de las cosas es que información y presión del gobierno norteamericano obligó al gobierno de la Cuarta Transformación a “descubrir” el contrabando documentado de hidrocarburos.
¿Cómo la ve?
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx


