Por Socorro Valdés

Si escupes hacia arriba, ¡cuidado! Lo que sube baja. Si juzgas mi camino, ten, ¡ponte mis zapatos!. Si ves la paja en mi ojo, ¡cuidado! A veces tu viga no deja ver bien.

Si no te metes en la vida de otros, podrás aplicar, el ¡Vive!.. Y si no te atreves al caos, nunca sabrás lo que es calma…Y a todo esto, ¿Quién puede lanzar la piedra y esconder la mano; quién marca bien de mal o quién sabe lo que es mejor para el otro?

Vivimos en un mundo de constante crítica al otro, de competencias insana, de poner piedras para que el otro caiga, de mirar los errores ajenos, de ¡Juzgar!, pero nunca, nunca, veo que se pongan los zapatos de esa persona, se auto juzguen, porque hacer introspección, eso, eso son palabras mayores.

Muchos ni la palabra la conocen. Me gustaría conocer a ese quién o quiénes. El problema es invertir tanto tiempo en mirar al otro con ojo crítico y perdemos ese momento para sentarnos a analizar qué pasa con nosotros, qué hacemos mal, qué aportamos, qué dejamos de dar. Ojalá y cada frase de grandes pensadores y filósofos fuera aplicada en su magnitud, cotidianamente tal y como lo dicen José Saramago y Federico Nietzsche.

La realidad es que vivimos en la crítica hacia las acciones de los demás y difícilmente tenemos tiempo de sentarnos, y al menos buscar frases en esa herramienta tan rápida y eficaz que es el internet. “Pienso que todos estamos ciegos, somos ciegos que pueden ver, pero que no miran”…(Saramago) “Vive de tal modo que llegues a desear vivir otra vez, éste es tu deber, porque revivirás de todas formas”…(Nietzsche) Frases, que al menos hoy, no dejes que sean huecas…

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