Alejandro Moreno y su intento desesperado por salvar al PRI
Ciudad de México.- El PRI, a través de su dirigente Alejandro Moreno, ha lanzado una nueva estrategia para intentar desviar la atención de su propio historial de corrupción y complicidades. Ahora, en un intento desesperado por mantenerse relevante, amenaza con llevar a nivel internacional denuncias contra políticos de Morena, acusándolos de vínculos con el crimen organizado, sin presentar pruebas concretas.
En el podcast La Oposición, Moreno aseguró que buscará que los políticos de Morena sean juzgados en Estados Unidos, afirmando que el gobierno mexicano ha sido “doblegado” por el extranjero en temas de seguridad y migración. Sin embargo, el dirigente priista parece olvidar que su partido fue el responsable de pactar con el crimen durante décadas, permitiendo que la corrupción y la impunidad se instalaran en México.
Larga historia de corrupción del PRI
Es irónico que Alejandro Moreno acuse a Morena de vínculos con el crimen organizado cuando el PRI tiene una larga historia de corrupción y colusión con el narcotráfico. Basta recordar que bajo gobiernos priistas se consolidaron los grandes cárteles de la droga, operando con total impunidad gracias a la protección de altos funcionarios.
Además, las acusaciones del PRI pierden credibilidad cuando su propio líder, Alejandro Moreno, ha sido señalado en múltiples escándalos de corrupción y enriquecimiento ilícito. Su intento por posicionarse como el “defensor de la seguridad” es simplemente una estrategia política para lavar la imagen de su partido, que ha sido rechazado por la ciudadanía una y otra vez en las urnas.
El PRI, sin propuestas y sin rumbo
Lejos de presentar soluciones reales a los problemas del país, el PRI sigue apostando por la guerra sucia y el golpeteo mediático. Mientras tanto, sigue sin responder a los señalamientos sobre sus propios actos de corrupción, el desfalco de estados gobernados por priistas y los pactos con el crimen que marcaron sus gobiernos.
Si el PRI realmente estuviera preocupado por la seguridad de México, estaría impulsando propuestas concretas en lugar de lanzar acusaciones sin fundamento. Pero la realidad es que su única estrategia es atacar a Morena para tratar de recuperar el poder que perdió por su propia incompetencia.
El pueblo mexicano ya no se deja engañar. El PRI puede gritar, denunciar y difamar, pero su credibilidad está por los suelos.