Es un derecho humano que se ejerce frente al Estado y la iniciativa privada: María Marván Laborde
• El 28 de enero se conmemora el Día Internacional de la Protección de Datos Personales
• En 2020 los usuarios de la supercarretera de la información tuvieron el mayor crecimiento registrado en el último lustro, según la Asociación de Internet MX

En los dos años de pandemia por la COVID-19 hemos tenido que bajar la guardia en torno al resguardo de nuestros datos personales y privacidad, al quitar restricciones para usar distintas plataformas, trabajar en línea, participar en videoconferencias y abrir cámaras y micrófonos de nuestros dispositivos.

Lo anterior, de acuerdo con la académica del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, María Marván Laborde, con motivo del Día Internacional de la Protección de Datos Personales, que se conmemora el 28 de enero, cuyo objetivo es subrayar el derecho de todo individuo de salvaguardar su información de carácter privado, así como generar conciencia de que el inadecuado uso implica responsabilidades.

Y añade: “debemos aprovechar esta efeméride para hacer una campaña de concientización sobre la necesidad de preservar nuestra privacidad; sobre cómo podemos generar una mayor protección de nuestras personas y de nuestros datos, a pesar de la tecnología.

“Existen mecanismos, pero si nos da flojera ponerlos en funcionamiento de alguna manera estamos asumiendo los riesgos que conlleva”, asegura la excomisionada presidenta fundadora del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.

La privacidad, explica Marván Laborde, es un derecho humano entendido, fundamentalmente, como la obligación del Estado por respetar ese ámbito. Sin embargo, ha evolucionado como una garantía que también se ejerce frente a la iniciativa privada, por los avances de la tecnología y el boom del internet, las redes sociodigitales, aplicaciones, entre otros.

“En ellas vamos dejando huella de lo que hacemos, de quiénes somos y esta huella se convierte en la posibilidad de generar perfiles a partir de los cuales, en el mejor de los casos, se nos ofrecen productos, pero también sirven para perseguir a las personas ya sea políticamente o con cualquier otro tipo de persecución”, alerta.

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