Por: Carlos Z. Cadena

En Tapachula, la situación más que complicada se convierte en una bomba de tiempo ante un descontrol que pudiera haber con los contagios del coronavirus. Son varias las denuncias que gente de Guatemala, que ha quedado en la pobreza con el fenómeno del covid 19, se están viniendo para Tapachula, sorteando a la policía nacional de su país, que se encuentra vigilando parte del rio Suchiate.

Reportes periodísticos y las redes sociales señalan que los éxodos de migrantes centroamericanos que han sido golpeados en su economía en estos meses de pandemia, ven a México, como una “oportunidad de oro” para volver a una vida con bienestar, y se trasladan a la frontera, para después internarse a territorio mexicano y llegar a Tapachula, donde quedan estacionados.

Un escenario muy preocupante ante el letal coronavirus, porque a eso hay que sumarle ya las decenas de miles de migrantes africanos, haitianos, cubanos y centroamericanos que se encuentran en Tapachula, esperando sus documentos migratorios para poder partir al norte de México y buscar el “Sueño americano”, situación que tampoco lograran por la situación que de cerrazón que imprimó el gobierno del Donald Trump.

Más allá de los graves contagios que se encuentran en su máxima expresión en Tapachula, sería la hecatombe y la inmolación ciudadana, si se saliera fuera de control los contagios con los miles de extranjeros, y más los que están llegando de Guatemala en estos momentos, no se sabe si podrían venir infectados. Un asunto que hasta ahora el Instituto Nacional de Migración (INM), no ha mostrado interés en la política migratoria en esta frontera sur, mucho menos les interesa la salud pública de los migrantes y menos la de los mexicanos, al menos eso se entiende.

Ya es noticia y los propios guatemaltecos lo denuncian que el río Suchiate se está convirtiendo en una coladera de humanos contagiados y enfermos del covid 19, sin que hasta ahora se presenten las autoridades mexicanas ni migratorias mucho menos de salud. El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, debe de intervenir para evitar una conflagración en materia de salud de pronósticos reservados. Lo peor es que ya volvimos a la normalidad y nuestra población viene desenvolviéndose como si el virus asesino ya desapareció, cuando es todo lo contrario, y el mapa rojo del país anuncia que estamos en el pico de la enfermedad.

Por lo pronto ayer en Tapachula, locatarios del mercado “General Sebastián Escobar”, de esta localidad, exigieron al Instituto Nacional de Migración (INM), realizar operativos en la ciudad para hacer cumplir lo que establece la ley en torno a la legal estancia de los extranjeros.

Así también, para que las autoridades de los tres niveles de gobierno obliguen a esos flujos de personas varadas en la ciudad, a que acaten las medidas sanitarias, porque son un latente riesgo de provocar un brote del mortal Covid-19, que podría ser muy difícil de controlar.

“Hasta ahora no hay autoridad que los obligue a cumplir con esas medidas, por lo que los riesgos de contagio van en aumento”, dijo en entrevista para EL ORBE, Fidel Aguilar López, locatario de ese centro de abasto.

Opinó que las autoridades tienen la responsabilidad de obligar a esas personas a que cumplan con las disposiciones de prevención al contagio, como la sana distancia y el uso de cubrebocas, por lo menos, “por su seguridad y la de quienes transitamos en la ciudad”.

Señaló que han visto que gran parte de esos indocumentados llega solamente a sentarse para platicar aglomerados y sin ninguna protección sanitaria en varios puntos, como en la Tercera Poniente y Décima Norte.

“Eso conlleva a que ellos mismos se contagien o que alguien los infecte y al rato vamos a tener problemas en la población de migrantes, lo cual no deseamos porque nos va a perjudicar más a la población en general”, indicó.

Se refirió a que el INM tiene la facultad y obligación de ver en torno a ese problema que pone en riesgo la vida de las personas, y que se podría fincar responsabilidades a los agentes y directivos de esa dependencia, por la omisión. Así las cosas.

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