Por Socorro Valdez Guerrero

Feminismo no es etiqueta ideológica ni bandera política, es ¡Acción!
Es respeto a la ¡Ley! Y conducción de función responsable.
No es discurso o arenga legislativa de ¡Presidenta!
Y encubrimiento de impunidad, de homicidios y aumento de violencia femenina.
No es hipócrita provecho con careta de defensa mujer.
¡Tampoco sumisión! Ni abuso.
Es decisión que frena y evita ¡Feminicidios! Violencia, violaciones, ¡Muerte!
Es empatía, aplicación de la ley ante delitos, nunca ¡Persecución! Por jerarquías políticas.
Feminismo no es de arropo al Ejecutivo, es de ¡Juntos! Por el combate a ¡Muertes! femeninas.
No es de marchas ni definición de un término, de un cartel.
Tampoco imposición de lenguaje inclusivo o escritura, sin empatía y hasta enfrentamiento ¡Femenino!
Incluso violencia, exclusión de mujer contra mujer, y cambio sólo superfluo de vocablo ¡E! Es defensa y protección mutua y efectiva, ¡hombres y mujeres!
Es ejercicio cotidiano de ¡Equidad! De respeto y aplicación de la Ley.
No es fecha ni desgarre de vestiduras y menos falsos discursos del ¡Momento!
Es observación ¡Constitucional!
Congruencia legislativa, no actos fingidos en recintos donde emanan leyes.
No es legislar por simpatía ni proteger por beneficio político.
Tampoco acción de Congresos o fracciones parlamentarias subordinadas a poderes.
No es partidos políticos morenos, azules, tricolores, verdes, amarillos o naranjas, de ficticia en la acción.
Tampoco liderazgos de fracasos y vergüenza, que arrodillan sus acciones (Martha Ávila Ventura) en protección a otro poder.
Eso en Iztapalapa ni en ningún lugar del mundo, es ¡Feminismo!
Por que ¿Dónde está la izquierda; dónde la ideología de defensa femenina; dónde la protección de mujer, dónde lo de cuarta?
No es de festejar, y ¡Sí! De mucha ¡Reflexión Chilanga”, aunque mejor auto reflexión, crítica y conciencia sin color.
Esa desde un liderazgo con congresista de blanquiazul, que ¡Escupe! Protección femenina y abusa.
Ejerce ¡Despotismo clasista y machista! Cotidiano.
Evidente y conocido entre Federico Döring Casar, Christian Von Roehrich y Jorge Romero Herrera.
Eso sí, no es “¡Celebración!”, ni fecha, es respeto y ¡Acción! ¡Permanente!
Es no discriminar ni abusar a ¡Mujer! Legislativa, empleada, simpatizante o sólo ciudadana.
Es acompañamiento, hombre y mujer, iguales ¡Equidad!
Sin etiquetas ni cargos ni funciones.
No es de feminismo con tricolor, que solapa la trata de mujeres.
Tampoco amarillo sólo de liderazgo estético, con cerrazón de mujer dirigente.
¡Decidir! Exigir ¡Justicia! Erradicar impunidad y omisión de ¡Delitos!, es de rostro femenino y además, también ¡Masculino!
No es de lucha con bandera de género sesgado.
Es de ¡Aliados! Con mutuo acompañamiento.
En acción conjunta, hombre/mujer, mujer/hombre.
Es de empatía de pares, sin ofensas, sin trajes ni vestidos de ¡Poder!
No es de vagones o transporte especial para
mujeres, con ofensas y golpes en su interior.
No es de hombre de traje presidencial, que aún con evidencias telefónicas, encubre al que usa el poder, la ley, inventa delitos y destruye ¡Mujeres!
Tampoco de cifras, informe y compromisos de “acabar con la impunidad” sólo por “Día Internacional de la Mujer”, y fiscalía con MP’, de cotidiana omisiones en atención a víctimas.
No es de más o menos espacios a unos y a otras. Ni de más o menos candidatos a cargos.
Tampoco ¡Ficticia equidad!
Para fiscalía mexiquense (cuatro mujeres y seis hombres)
Ni de calles y senderos “seguros” iluminados, con alcaldía que aumenta su violencia contra la mujer.
Es de transporte y regiones, sin riesgo ni peligros para ¡Todos!
Es simplemente acatar la ¡Ley! Respetar que todos ¡Iguales!
Feminismo, es decisión, actitud y respeto.
Todos ¡Iguales! En la Constitución y en la vida.

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