María Elena Maldonado

Como dice Manuel J.Jauregui en su columna “De espantar”, “En abril perdieron el sustento propio y de sus familias DOCE Y MEDIO MILLONES DE MEXICANOS. Quiere decir que no sólo pasarán a las filas de la indigencia, que no podrán costear alimentos, techo, medicinas y educación para sus familias, sino que además dejarán de contribuir al CONSUMO nacional y de apoyar con su esfuerzo al crecimiento de la economía mexicana.

El discurso repetitivo, su frase de campaña, su frase de mañana, tarde y siempre es “Primero los pobres” y tiene tanto amor para darles que quiere más y más pobres pues todas sus acciones parecen encaminarse a ello, a hacerles la vida más difícil, extinguiendo estancias infantiles, refugios para mujeres violentadas, situación que se ha agravado con el resguardo en casa, y el “presidente” niega la veracidad de las llamadas de auxilio y les aconseja contar hasta diez.

 En cinco dependencias, 125 programas sufrieron disminuciones o desaparecieron y ya existen fuertes repercusiones  que no han sido compensadas con los nuevos programas sociales, que en su mayoría son de apoyos económicos directos y que traen su firma.

En el ramo de Bienestar desaparecieron o se redujeron 22 programas sociales, entre ellos desaparecieron los 5 mil 542 comedores comunitarios que había creado Sedesol en 2013, los cuales tenían más de 600 mil beneficiarios en su mayoría personas en situación vulnerable que se quedaron de un día para otro sin ese apoyo. También se extinguió el de Atención a Jornaleros Agrícolas, de Empleo Temporal, Seguro de Vida para Jefas de Familia y el del Fondo Nacional de Fomento a las Artesanías al que le disminuyeron el 98% y se han quedado

En Fonart Fondo Nacional para la Artes se quedaron sin productos para vender,  tuvieron una disminución del 98 por ciento. Uno de los Ramos más golpeados en cuanto a la reducción de los programas sociales fue el de Salud, ya que 30 rubros tuvieron disminuciones y hubo programas que desaparecieron, como los Apoyos para la Protección de las Personas en Estado de Necesidad, el de Fortalecimiento a los Servicios Estatales de Salud, el de Comunidad Diferente y el de Mantenimiento de Infraestructura.

También tuvieron fuertes reducciones el de Atención a Personas con Discapacidad, ya que el actual gobierno optó por las becas y, como si la diabetes no fuera un grave problema en México, se redujo 93 por ciento el de Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes, entre otras disminuciones para este sector.

En el Ramo 11 de educación se recortaron los recursos a 30 programas, de los cuales sólo dos tuvieron defensa por parte de los diputados. Entre los programas que se defendieron está el Programa Nacional de Inglés, aunque según ellos ¡Vaya ignorancia! lo pueden enseñar maestros que desconozcan el idioma. El de Cultura Física y Deporte, sufrió una disminución; cuando de acuerdo a la Unicef, México ocupa el primer lugar en obesidad y diabetes infantil a nivel mundial.

También les toco a los programas que tienen que ver con la equidad, como el de la Inclusión, la Equidad Educativa y el de Políticas de Igualdad de Género en el sector educativo.

En lo que parece un seguimiento a golpear la educación de los niños más pequeños, además de la disminución de la que tanto se ha hablado en estancias infantiles, se redujo el presupuesto de la Educación Inicial y Básica Comunitaria y, por increíble que parezca, la Educación para Adultos (INEA), que ha permitido reducir el analfabetismo.

Al presupuesto para Agricultura y Desarrollo Rural, el gobierno federal disminuyó 24 programas, mientras que la Cámara de Diputados corrigió y regresó recursos a 7. Las disminuciones más significativas están los programas que desaparecen como el de Fomento Ganadero, el de Apoyos a la Comercialización y el De Vinculación Productiva.

La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano tuvo reducciones en 15 de sus programas, de los cuales desaparecieron tres de ellos, y el Ramo 10 de Economía tuvo disminución en los recursos para 19 programas.

La extinción y disminución hasta la parálisis de todos estos programas llevará a millones de personas a sufrir carencias en las 125 formas en que cada apoyo ayudaba a subsanarlas. Además dejo sin empleo a alrededor de 28 mil personas que con sus familias se suman ya a la fila que se incrementa diariamente y que nada tienen que ver con la pandemia.

Debemos dejar de observar la pobreza exclusivamente como una falta de ingresos. Se trata de un fenómeno multidimensional que comprende, además, la falta de las capacidades básicas para vivir con dignidad. La pobreza es en sí misma un problema de derechos humanos urgente y es a la vez causa y consecuencia de violaciones de los derechos humanos, pues se caracteriza por vulneraciones múltiples e interconexas de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y las personas que viven en ella se ven expuestas regularmente a la negación de su dignidad e igualdad.

Reducirla y erradicarla es por tanto una obligación de todas las sociedades. Desde el año 2000, la tasa de pobreza en el mundo se ha reducido a la mitad, una información que alienta a pensar que acabar con ella es posible si se disponen los medios necesarios. Para conseguirlo hay que hacerlo de manera estructurada, invirtiendo en educación, formación y ayudas estructurales que generen soluciones a largo plazo, lo que hace el “gobierno” de López Obrador va en sentido contrario.

emaldonadoballesteros@yahoo.es

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