Originario de Tampico, Carlos Romero Deschamps ha permanecido al frente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) desde 1996 y se reeligió en 2017 para permanecer 6 años más. Ahora tiene 75 años y terminaría esa gestión con 81.
Es un viejo lobo de mar, colmilludo, y señalado en diversas ocasiones de participar -junto con directivos de la empresa petrolera paraestatal PEMEX en actividades ilícitas, entre ellas, el robo de combustible. Llamado huachicol, cuyo principal epicentro es Puebla, estado que en este momento se encuentra sin gobernador pues Martha Erika Alonso falleció junto con su esposo, el senador Rafael Moreno Valle en un accidente de helicóptero en diciembre pasado.
Priista desde la década de los 60, Romero Deschamps ha sido criticado, además, por la vida de lujos que presumen sus hijos, José Carlos y Paulina, el primero, quemando llantas en Miami con su Ferrari Enzo de millones de dólares y su hija, que presume viajes en aviones privados alrededor del mundo y compras en tiendas exclusivas.
El padre, hombre que gusta de relojes de 18 quilates y Yates de millones de dólares sigue siendo intocable, pero tiene varias denuncias en su expediente; en la campaña de Roberto Labastida en el año 2000, fue señalado de desviar 500 millones de pesos para financiar esa campaña, a esa operación se le bautizó Pemexgate.
Después de que Elba Esther Gordillo fuera encarcelada, Romero Deschamps se erigió como el líder sindical más poderoso del país y con el financiamiento que sale desde su escritorio a las campañas priistas se convirtió en intocable, palabra que parece borrarse en la actual administración de Andrés Manuel López Obrador.
Parece que al todopoderoso Deschamps se le acaba la tela para cortar. Desde la presentación del Plan Conjunto para Combatir el Robo de Hidrocarburos en diciembre de 2018, donde López Obrador dijo que la Sedena y la Marina-Armada encabezan a las dependencias que investigan el robo de combustible perpetrado por sindicalizados y funcionarios de Pemex
La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero ya le advirtió cero tolerancia contra los llamados huachicoleros. Esta llamada de atención se suma a las palabras del presidente en diciembre “Ya no va a haber sindicatos apoyados. Ahora los líderes van a ser nombrados en elecciones democráticas por los trabajadores”, dijo.
Es posible que el líder sindical más poderoso del país ya no termine este periodo como presidente del Sindicato Petrolero. El reciente desabasto de combustible ha puesto los ojos de todos en él. Aunque se pronunció a favor de la cruzada del gobierno federal en contra de los huachicoles, pero es señalado por los disidentes del sindicato como pieza importante del robo de combustible.

José Manuel López Colín.
Pepe.lc@gmail.com

Comentarios

Comentarios