Por Benjamín Bojórquez Olea

La adaptación de Cuén y Gerardo…  

El ciudadano promedio está informado imperfecta e incompletamente sobre asuntos políticos (véanse, por ejemplo, Campbell et al., 1960; Delli Carpini y Keeter, 1996). La razón es tanto porque las elites políticas proponen, con toda intención, programas ambiguos y confusos, tanto como por el hecho de que la mayoría de las personas carece de incentivos para prestarle atención a la política.

Esta condición se salva gracias a pistas, atajos y otras ayudas heurísticas que los individuos pueden usar para entender la arena política sin hacer mucho esfuerzo. Complejo mundo de la política, las etiquetas ideológicas idealmente tienen dos propósitos.

En primer lugar, ayudan a los individuos a hacer evaluaciones y tomar decisiones políticas con mayor eficiencia y precisión. En segundo lugar, y relacionado con el anterior, facilitan el diálogo político, pues ofrecen una manera conveniente de comunicación, cosa que los alcaldes de las dos ciudades más importantes del estado sinaloense no pueden insacularse políticamente, pues Ferreiro y Benítez no ofrecen dentro y fuera de las cúpulas izquierdistas una verdadera fuerza y confianza, sino un cambio de aptitud para enfrentar un 2024 totalmente diferente al 18 y al 21, pues serán ellos mismos los que se enfrenten por la debilidad política de la derecha. 

¿A que le apostarán desde sus trincheras Cuén y Gerardo? Más allá de su nuevo arribo a la 4TCuén y Gerardo estarían apostando al desequilibrio político de sus nuevos aliados, si no, además, a la construcción de libertades sociales de la misma izquierda, claro con la anuencia política del nuevo tlatoani de Sinaloa.

Estos dos personajes están de vuelta en las cabezas de las nuevas autoridades federales y locales del estado. Este renovado interés no es una buena noticia para los alcaldes de Culiacán y Mazatlán; más bien, refleja la erosión y exclusión de los que se dicen llamar auténticos de izquierda.

Son bien conocidas las razones por las que Cuén y Gerardo han impulsado la adopción y adaptación de autoritarismos de derecha, (y en este caso de izquierdas). A medida que se adaptan a un cambio rápido de ideología y la propia reestructuración de sus equipos, muchos no creen que estén convencidos de la idoneidad en términos de adaptación política.

El deficiente manejo político de los alcaldes Ferreiro y Benítez no han hecho más que profundizar más las dudas, de que Cuén y Gerardo llegaron para escalar con la venia política del nuevo jefe del tercer piso, bueno a esto se le añade la conveniencia política.

Estos son tiempos difíciles para quienes creemos profundamente en que la base absoluta y no negociable de Cuén y Gerardo es una 4T libre y empoderada democráticamente y políticamente, en donde esté protegida de manera unilateral de los que se dicen llamar de corazón guinda.

A fin de realizar estas dos opciones de adaptación política, las etiquetas ideológicas deben referirse a divisiones y actores políticos pertinentes y deben entenderse y utilizarse de manera congruente. Ferreiro y Benítez se enfrentarán, quizás, a un ambiente político más confuso dentro de sus filas partidistas.

En dicho contexto, cabe preguntarse cuál es el significado de la semántica entre estos cuatro actores en mención, pues asocian estas etiquetas ideológicas en un grupo selecto de políticos que buscarán en el 2024 una curul en la cámara alta o baja.

También pudiera entrar a la palestra el que será nuevo Coordinador de Morena en la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) que bien pudiera ser el diputado electo Feliciano Castro Meléndrez, claro, eso dependerá del desempeño que realizaría al frente del grupo parlamentario en la próxima legislatura, y si no cambian los planes políticos, el diputado electo Feliciano Castro se encargará de la política interna de la siguiente legislatura a partir del primero de septiembre. “Al tiempo”.  

GOTITAS DE AGUA:  

El PRI debe cambiar desde adentro. Debe de convertirse en un partido abierto y digital. Un partido que sepa reconocer sus errores, y desde ahí, volver a disputar la confianza de la gente.

Todo dependerá del nuevo personaje que pise las oficinas ubicadas por la avenida madero de la ciudad capital sinaloense. Nombres por supuesto que los hay. Entre los grupos de poder desde el centro del país y por conducto exclusivo del Dirigente nacional, Alejandro “Alito” Moreno, ubicamos a su amigo personal, Gomer Monárrez Lara, ex diputado local y activista importante dentro de las filas del PRI.

Por otra línea del ejecutivo estatal en Sinaloa, se encuentran, los diputados electos plurinominales, Cinthia ValenzuelaRicardo Madrid y el actual diputado Sergio Jacobo Gutiérrez, que desde este espacio le mandamos ánimo para su pronta recuperación.

Por la libre están, el diputado Faustino Hernández y Manuel “el negro” Osuna. Observamos personalidades distintas, pero también por su carácter se sumaría el mochitense, Marco Antonio Osuna Moreno, este último personaje se ha caracterizado por ser autocritico y valiente, que no le teme a recibir críticas y que conoce al dedillo al partido mencionado, que a la postre no luce nada bien de cara a los siguientes años. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…                                                

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