Por. – Benjamín Bojórquez Olea.

Lo que le aporta, Gerardo Vargas Landeros, a la política…

Hay un chiste popular que cuenta la historia de un hombre que elige una vida cargada de proselitismo y lucha solo por el hecho de sucumbir a la idiosincrasia propia en una campaña electoral.

Gerardo Octavio Vargas Landeros no es un hombre que suela llamar la atención con grandes declaraciones o controversias, siempre ha sido conocido por su actitud serena y su enfoque en la función pública, dejando que su formación y tolerancia política hable por él.

Sin embargo, tras su participación en las pasadas elecciones dejó en claro que, su humildad, respeto a las instituciones jurídicas electorales, en donde su espíritu enriquece la participación y la vida democrática, esto tras las recientes resoluciones de la Sala Regional del Tribunal Federal Electoral con sede, en Guadalajara, Jalisco, ya que se dio un plazo de 10 días a partir de la fecha del pasado 20 de septiembre, dejando al pie de la letra que solo será un trámite jurídico su resultado en las urnas en las pasadas elecciones, asegurando que estará  para un segundo periodo al frente de la comuna de Ahome.

Quizás por esa razón, una política que permite desconectarte un poco de lo habitual, lejos de los focos y la presión mediática, pero este escenario relajado ha permitido realizarle una resonancia política diferente al alcalde Ahomense. Su estilo lo hace ser un enemigo de la represión y del desapego al derecho, pero también de la ausencia de firmeza y energía, y durante su participación en la función pública ha sido contrario a los excesos y a las frivolidades.

Su impulso al pluralismo ideológico y político, por su singular agudeza y por su visión, reciedumbre y rectitud, su figura, su pensamiento, es respetado y reconocido en el seno de las diferentes corrientes y organizaciones políticas, económicas y sociales de Ahome y del Estado, aunque existan detractores a ultranza que se oponen a la evolución política. Sin embargo, a pesar de ello, el tiempo le ha dado la razón y un lugar de privilegio.

Para, Gerardo Vargas Landeros, su valía política se ha explicado y extendido desde todos los puntos de vista. Es cercano, hábil, en definitiva, un intelectual en el modus operandi, de buenas relaciones políticas tanto en lo local como en lo federal. No se conocen puentes que él hubiera ayudado a dinamitar. Todo lo contrario. Construir ha sido su especialidad.

Pero ese cataclismo político conciliador que transporta Vargas Landeros desde su lugar de origen hasta ciertas zonas del norte, centro y sur del estado ha erosionado su relación con las diferentes familias que habitan entre los populares barrios de su municipio que gobierna. Y si en algoes bueno, se trata gracias a su visión de luces largas.

Gerardo Vargas Landeros goza de un evidente prestigio en infinidad de ámbitos locales y estatales, lo que significa, que le quedan muchos años de camino público, mucho valor que aportar tanto en la administración pública como en un cargo de elección popular.

GOTITAS DE AGUA:

La personalidad política de Gerardo Vargas Landeros ha significado ir más allá de lo que alguna vez imaginó, abrazar todas las diferentes facetas y sabores de la vida y cosechar las alegrías de infinitas posibilidades. La política entra en su corazón como un evangelio chiquito.

Vargas Landeros es un político con habilidades y grandes cualidades. No solo es un político listo sino también bondadoso, amable, solidario y con un gran sentido del humor. Cuestión de tiempo para que se notifique jurídicamente su triunfo electoral y su segundo periodo al frente del municipio de Ahome. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…

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