María Elena Maldonado

Y nos ha tocado el peor gobierno, en el peor momento. Así es la vida y debido a la pandemia, a un “dirigente” que acumula poder y se rige por caprichos y ocurrencias. A un congreso y un gabinete sumiso a sus insensateces. Una tras otra los mexicanos hemos visto la destrucción del país, aquí un somero recuento de los millones que López ha despilfarrado como si nos sobraran.

Empezamos con la cancelación del aeropuerto de Texcoco del que lo único que nosqueda es una deuda que pagaremos de 331 966 millones de pesos con intereses y ridículos. Esa es la cifra real aunque el badulaque ordene que la minimicen. Mientras nuestro viejo aeropuerto con la pésima administración se está deteriorando por horas.

La madrugada del sábado 17 de julio, la torre de control de AICM “colapso” lo que sea que eso sea. Todos los vuelos se demoraron, para entrar y salir, esas son las maravillas del país de la esperanza en modo bananero. En un futuro que quizá no llegue y si llega no mejorara la calidad de los viajes; contaremos con una central camionera en Santa Lucia, ah disculpen, avionera –si es que alguna vez funciona- en la que ninguna línea aérea querrá aterrizar y por ende despegar. Cabe recordar la supuesta inauguración que hizo el tabasqueño, otro tiradero absurdo de recursos.

Imaginen el costo que género en dinero, tiempo y contaminación, especialmente el que tres aerolíneas privadas enviaran aviones a la absurda puesta en escena de una no inauguración de un no aeropuerto. Los aviones corresponden a las aerolíneas Volaris, Aeromar y VivaAerobus, fueron obligados a sobrevolar por el espacio aéreo de Pachuca durante tres horas antes de poder aterrizar, para cumplircon el horario de la pantomima encabezada por López más el regreso a sus hangares en la Ciudad de México.

Qué pena me dieron los gobernadores que se unieron a la farsa. Otra es entender que en un país de 600 millones de pobres, en donde en el régimen de la cuarta “renuncian” 21 mil burócratas, se cancelan 109 fideicomisos públicos, cinco mil comedores comunitarios, deja sin recursos los refugios para mujeres, las estancias infantiles, cientos de apoyos y programas.

Pero un tal comité Técnico del fondo de México, operado y administrado por la Secretaria de Relaciones Exteriores, cuyo títere mayor es Marcelo Ebrard haya aprobado la donación de 885 millones de pesos (41 millones de dólares) a Honduras y el Salvador.

También se pagaron 135 millones de pesos por los servicios de 585 médicos y enfermeras cubanos que arribaron en el mes de mayo del 2020, a la capital para hacer frente a la pandemia del coronavirus COVID-19, explicó a Reuters la secretaria de Salud de la Ciudad de México, Oliva López. Mientras los nuestros tienen sueldos irrisorios, no se les otorga la planta y viven con la zozobra y la evidente realidad de quedarse sin empleo, falta de medicamentos, equipo de trabajo y protección.

Para ejemplo a la fecha no les es otorgada una caja de resguardo para intubación por Covid-19, que se les prometió desde abril del 2020, entre muchas otras carencias. Y resulta que López con una numerosa tercera ola de contagios, vacunas perdidas, altos índices de la población sin inmunizar, envía un avión Hércules de la Fuerza Aérea, con ayuda médica para combatir la pandemia.

Ebrard declara que el objetivo global es garantizar un acceso justo, equitativo, solidario, transparente, oportuno y universal a las vacunas, equipo de diagnóstico, medicamentos y otras tecnologías sanitarias contra Covid-19 y la Celac –Comunidad de estados Latinoamericanos y Caribeños que con el liderazgo de México está trabajando para alcanzarlo.

Que lastima que no empiece en casa, pues aquí ya ven los graves desabastos de quimioterapias y otros tratamientos que llevamos dos años esperando, como también deberían haber hecho los cubanos con su población en vez de repartir personal médico por el mundo, de los que se supo que ni eran eficientes ni trabajadores y resulta que ni jeringas con agujas tienen, pues es lo que les estamos enviando.

Informan que en el avión iban 800 mil jeringas con sus agujas, -me da risa que aclare lo de las agujas, pues de no ser así para que les servirían-  mucho avión para un paquete y luego añaden el retorno de 92 médicos y enfermeras que en los últimos meses prestaron sus servicios en México para contribuir a atender la pandemia por Covid-19, quesque estaban trabajando en la zona oriente de la ciudad. El envío se suma a las entregas de ventiladores mecánicos y vacunas a otros países de la región contenidos en el Plan Celac de Cooperación contra Covid-19.

A la fecha, este Plan engloba a un histórico conjunto de acciones que han beneficiado a Antigua y Barbuda, Belice, Bolivia, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, Paraguay, República Dominicana, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Surinam y Trinidad y Tobago. Que lindos son ellos, donando y ayudando.             

Cabe mencionar la publicación en el periódico Gramma, “Órgano oficial del comité Central del Partido Comunista de Cuba” en donde Díaz Canel agradece a Amlo  el envío de 25 mil fusiles Xiuhocatl y 20 millones de cartuchos, aclarando “que les darán el mejor uso”. De esto no se habla en las mañaneras, lo cual sería, de ser verdad, oprobioso para nuestro país, ya que se usarían en contra del pueblo al cual está encarcelando y matando la dictadura en ese país.

Mientras sigue regalando en especie y efectivo a los otros, la SEP invita a artistas a rediseñar los libros de Texto Gratuito sin cobrar. Max Arriaga, él que convoca, gana 90 mil pesos mensuales, un tipo sin trayectoria que aconseja a las mujeres emanciparse a través de la lectura de libros, en tiempos que les han negado refugios y guarderías para sus hijos.     

Todo mal y va para peor, los hijos de López viven paseando, en aviones privados, comiendo en costosos restaurantes. A todo lujo, unos tipos que nunca han dado golpe, igual que su padre, mantenidos del erario o de actividades de corrupción, se dice que Romero Deschamps les pago millones de dólares en efectivo, más una colección de relojes, un yate para conservarse él y su familia fuera de la cárcel.  La impunidad tiene un precio.

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