Por: Estefanía Antonio

Más de 57 mil jóvenes, fueron los que este año realizaron un examen de admisión para la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx). Sin embargo, solo el 40 por ciento logró ser aceptado. Aceptados en una universidad que, aunque sigue siendo la máxima casa de estudios del Estado de México, ha disminuido el sentido humanista que antes fungía como su emblema.

Los estudiantes universitarios que llevamos algunos años en la institución, hemos sido testigos de los fraudes, la corrupción, la poca democracia y la notoria relación de la universidad “autónoma”, con el gobierno del Estado de México.

Desafortunadamente la inconformidad del alumnado no termina ahí. La calidad de la enseñanza y la poca profesionalización de los maestros también es una realidad. Por ejemplo, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, es ya sabido que existen maestros “aviadores”, llamados así a aquellos que no asisten gran parte del semestre a dar clases y siguen cobrando su salario. En su lugar, mandan a un ayudante o adjunto, que regularmente también es alumno, a impartir la clase.

Es en ese momento en que surge la pregunta, ¿qué calidad de educación se está dando en las universidades públicas? Y es que, como alumna, admito haber ingresado con altas expectativas que poco a poco también se disolvieron gracias al mal plan de estudios de la carrera en comunicación.

Recibir educación de calidad es un derecho, sobre todo sabiendo que la UAEMéx, realmente no es en su totalidad gratuita. En promedio, la inscripción al semestre de una carrera varía de los 2 mil 500 a los 5 mil. Costo que es mucho más bajo a las colegiaturas de universidades privadas, pero, que no se compensa después, ya que el presupuesto de becas otorgadas bajó.

Las becas, son otro tema que nos causa frustración a los estudiantes. Es desafortunado y hasta parece mofa lo que ocurrió con las llamadas “becas de manutención”. Estas becas se otorgan a nivel nacional y las administra el gobierno federal, pero ante las elecciones hubo irregularidades y un corte exagerado de dinero. Es absurdo, pero tan solo en toda la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, no se supo de nadie a quien le hayan otorgado la beca. Se rumora que el presupuesto fue utilizado para las campañas, aunque nosotros sabemos que no solo es un rumor, sino un hecho.

Esto provocó que miles de jóvenes estudiantes mexiquenses mostraran su inconformidad en redes sociales y en sus mismos institutos. Desafortunadamente poco se pudo hacer y por lo tanto, muchos se enfrentarán este ciclo y el siguiente a una falta de recursos para continuar con sus estudios.

Y es que no solo se trata de la UAEMéx, se trata de las universidades públicas, esas universidades de donde deberían egresar miles de jóvenes con ansias de comerse la vida y en donde el conocimiento y los derechos deberían generarse por naturaleza. Pero no, y nosotros, los mismos estudiantes lo confirmamos: las universidades públicas, caminan rumbo al olvido.

 

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