Por Socorro Valdez Guerrero

Dos Santiagos, uno Creel y otro Taboada, que bajaron a Iztapalapa para pisar el bastión político,
mayoritariamente “morenista”…
Llegaron dos Santiagos, a esa alcaldia que dirige la morenista, Clara Brugada.
Los dos bajaron a la región del pueblo bueno, que juntó a iztapalapenses, de la mano de sus anfitrionas, Olivia de la Garza y Rosa Nelly de la Vega.
Las dos mujeres, de la Vega y de la Garza, mostraron su peso al llenar una zona con liderazgos y presencias conocidas en el Barrio de San Ignacio y en el pueblo de Santa Cruz Meyehualco.
Con Creel, dirigentes, diputados y asistentes, mayoritariamente jóvenes.
Con Taboada, personas de todas las edades, y ¡Mujeres! Que le corearon a gritos: ¡vuelta, vuelta!
Iztapalapenses, que escucharon a un Santiago, Creel, sonriente y hasta dicharachero.
Un legislador, que manifestó sus ganas de bailar por lo iluminado del azul del templete.
Revelación, que provocó que las jóvenes, le gritaran: ¡Que baile, que baile!
No lo hizo, aunque su soltura hizo reír al retomar la frase del presentador: ¡”Error, equivocado”.
—Aprendí una palabra nueva y la voy hacer famosa.
La haré mía en cada reunión. Todos soltaron la carcajada.
Después, lanzó su advertencia en una zona, a muy poca distancia del “poderío” de Brugada, en el centro de Iztapalapa.
Fue un Creel, que pidió a jóvenes, respaldar sus “golpes tuiteros” contra quien divide y enfrenta a su población.
Se refería a ¡Andrés Manuel López Obrador!
–¿Me van ayudar y a defenderme?, preguntó a los jóvenes frente a quien reconoció el poder de las redes sociales.
“¿Aunque sea de madrugada, me van ayudar?”, insistió ante jóvenes que gritaron un ¡Sí! Contundente, que retumbó en el salón “Primavera”, del Barrio de San Ignacio, en Iztapalapa.
Ambos, cada uno por su lado, arrancaron gritos y Taboada, hasta suspiros de las mujeres de Iztapalapa.
Los dos en esa región calificaron a sus oponentes de gobiernos ¡Mentirosos.
Creel desde el Barrio de San Ignacio y Taboada, desde el pueblo de Santa Cruz Meyehualco.
Uno dio pulseras, porque: “El destino de México está en nuestras manos”, rezaba la propaga en la que venía.
El otro, ofreció ¡Chile! En una pequeña caja azul, que contenía tres salsas embotelladas de habanero.
Un Santiago, Taboada, que pidió hacer equipo, como si fuera de futbol, con delanteros y defensas.
Vamos a combatir la desigualdad en la Ciudad de México, reiteró un sonriente Taboada…

Nadie, cuando yo esté en la presidencia de la República, se colocará abajo, prometió Creel.
Ambos, gritaron con aplomo en tierra con población de mayor simpatía morenista.
¡Los vamos a sacar!

Se referían a quienes gobernaban con las siglas de Morena en la Ciudad de México, la presidencia de la República y hasta Iztapalapa.
Creel, fue elocuente y reveló el por qué sus canas.
¿Saben de qué son?, les cuestionó y de inmediato respondió: ¡De las ganas que tengo de sacar a López Obrador, de la presidencia de la República!..
Los dos en eventos por separado, y en la misma región, insistieron que: “primero los pobres, es una mentira!, porque en cinco años, ese gobierno de Morena, acabaron con ¡Todo!
Ambos se refirieron al Seguro Popular, y coincidieron: ¡Funcionaba! Y lo quitaron.
También las estancias infantiles, para las madres trabajadoras.
Tengan claro, dijo un Taboada, qué pasó a saludar a todos de mano en mano, ¡nada! De lo que les ofrezcan es de ellos.
Nadie les va quitar nada, porque son de sus impuestos.
¡Agarren! Agarren ¡Todo lo que les den! Recomendó Taboada.

Quiero ver este distrito -se refería al centro de Iztapalapa- con las urnas ¡Reventadas! De boletas azules, pidió Creel.
Ambos, mostraron el azul, en ese bastión morenista, impulsados por el liderazgo de dos mujeres, de la Vega y de la Garza.

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