*Asociado a alguna experiencia traumática, sobreprotección y constantes visitas al médico.

La hipocondría conocida actualmente como trastorno de ansiedad por enfermedad refiere a personas que convencidos de padecer una enfermedad médica grave, viven con una constante angustia, ansiedad e intranquilidad, aun cuando médicamente no se pueda comprobar el malestar que afirman tener.

“Las personas con este trastorno consideran que los especialistas no les diagnostican de manera correcta a pesar de que las exploraciones y explicaciones médicas indiquen que disfrutan de un óptimo estado de salud”, así lo explicó el doctor Luis Sergio Ponce Guadarrama, psiquiatra adscrito al Hospital General Regional No. 220 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Las personas con este padecimiento suelen presentar miedo, preocupación y un alto nivel de estrés y usualmente manifiestan una o varias “enfermedades“ al obtener información principalmente de internet o algún conocido que presenta algún padecimiento largo, y doloroso que haya concluido en el fallecimiento del enfermo.

Se considera que cerca del 14 por ciento de la población mexicana presenta un trastorno de hipocondría, la característica es la preocupación persistente por tener una o más enfermedades graves progresivas. El grado de incapacidad que deriva este trastorno es variable; la mayoría domina y manipula a su familia, una minoría mantiene un comportamiento normal.

El especialista detalló que se trata de un problema de percepción con componentes emocionales entre los que destacan: haber padecido una enfermedad, alguna experiencia traumática relacionada con muerte de un familiar, sobreprotección en la niñez y visitas constantes al médico.

Además de buscar información sobre enfermedades en internet, las personas con este trastorno buscan estadísticas relativas a enfermedades terminales, presentan desinterés por actividades sociales o personas, concentrándose sólo en su padecimiento. Esta enfermedad afecta significativamente la vida familiar, laboral y social, los síntomas pueden presentarse por un periodo de al menos seis meses antes de ser diagnosticada.

Una vez que se ha descartado alguna enfermedad orgánica, es necesario canalizar a la persona al servicio de psicología para recibir tratamiento a través de terapia conductual. Cabe mencionar que debido a los periodos de remisión asociados al estrés, la familia juega un papel fundamental en la recuperación.

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