Primero Editores / Ingrid Ahumada M.

Toluca, México.- El vapeo o consumo de cigarros electrónicos, se ha convertido en una forma de dejar el tabaco, sin embargo, esto no quiere decir que sea del todo bueno, aunque tampoco hay estadísticas precisas que señalen los problemas de salud que su consumo conlleva, debido -principalmente- a que es una práctica relativamente nueva.

Ante lo anterior y los pocos datos que se tienen respecto a los daños que puede ocasionar esta práctica, el Instituto Mexiquense Contra las Adicciones enviará un proyecto de reforma a la ley estatal y federal para que el consumo de cigarros electrónicos en espacios cerrados reciba el mismo tratamiento que el tabaco por el riesgo que corren terceros al inhalar los residuos de las sustancias químicas que contiene, informó el titular Francisco Javier Fernández Clamont.

“Estamos elaborando un proyecto que el Ejecutivo podrá enviar a la Cámara de Diputados estatal para poder regular este consumo, pero debemos recordar la necesidad que tenemos de extenderlo a nivel federal”, comentó.

Al recordar que la entidad fue la primera en el país en implementar la ley que impedía fumar en espacios cerrados, dijo que la expectativa es mantener la misma también en el caso de vapping o cigarros electrónicos, con el fin de que “sea como en el caso del humo de tabaco, aunque no se contemplan sanciones, sólo restringir que el humo se disperse y cause daños a los demás”.

Aseguró que esta practica es creciente, pues se convirtió en una moda, supuestamente para sustituir los daños que produce el consumo de cigarro tradicional y, aunque indicó que no hay estadísticas precisas, estiman números similares al del consumo de tabaco que es entre adolescentes del 0.8% y la prevalencia de 4.9% entre personas de los 12 y 65 años.

“Se traduce en un riesgo para la gente por los componentes que compone la sustancia como plomo, nicotina, sabores y se han detectado algunos químicos que producen neumonías o neumonitis severas”, indicó.

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