Ciudad de México.- Con la llegada del otoño, la naturaleza se viste con tonos dorados y marrones, y en el corazón de esta transformación destaca la flor áster, una auténtica joya de esta temporada. Con sus vibrantes colores que van del blanco al púrpura, esta flor se ha convertido en un símbolo de los nuevos comienzos, perfectos para esta etapa de transición entre el calor veraniego y el frío invernal.

Su nombre, que proviene del griego y significa “estrella”, hace alusión a la forma de sus pétalos, que rodean un centro amarillo como si de constelaciones se tratase. Esta disposición estelar es lo que le otorga su característica singular y la convierte en una de las flores más apreciadas durante el otoño.

Flor de la renovación y la reflexión

El otoño es una época de cambios y reflexión, y la flor áster se asocia con la renovación y la oportunidad de dejar atrás aquello que ya no sirve para abrir paso a lo nuevo. La directora floral Jacqueline Vázquez, de BLANC, explica que “las ásteres se integran perfectamente en los arreglos florales de otoño, ya que sus colores vibrantes contrastan con los tonos cálidos de la temporada, creando composiciones que evocan serenidad y belleza.”

Además de su belleza, se cree que estas flores tienen el poder de mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés, lo que refuerza su conexión con el bienestar emocional durante esta época de cambios.

El toque celestial en tu hogar

Incorporar ásteres en la decoración de interiores no solo embellece el espacio, sino que también crea una atmósfera acogedora y armónica. Los expertos recomiendan usar estas flores para generar ambientes propicios para la introspección, acompañados de velas aromáticas y escritos de reflexiones personales, ideales para preparar el cierre del año.

BLANC, una empresa destacada en el diseño de arreglos florales, ofrece composiciones hechas con ásteres que combinan lo estético con lo simbólico. Estas creaciones invitan a sus clientes a conectarse con la naturaleza y disfrutar de la serenidad otoñal en sus hogares.

Un tributo al cosmos

En la mitología griega, las ásteres están vinculadas al amor, ya que se dice que surgieron de las lágrimas de la diosa Astrea. Con su forma estrellada y su origen mitológico, estas flores son un tributo a la belleza del universo y la conexión entre el cielo y la tierra.

Con su energía vibrante y su simbolismo profundo, la flor áster se convierte en el emblema perfecto de la temporada otoñal, trayendo consigo un mensaje de nuevos comienzos y renovación.


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