Por Zuleyka Franco
Hablar de “Asesinos Seriales” es tocar un tema muy delicado, los asesinos seriales siempre han existido, sólo que en la antigüedad no solían ser llamados de dicha manera. En México, el término Asesino en Serie u Homicida en Serie no es tan desconocido como pareciera. La policía y los investigadores han tratado de entrar en la mente del asesino. Así, se han derivado una serie de causales para esta conducta. Entre ellas las siguientes:
Abuso infantil, Causas genéticas, Desequilibrio químico mental, Daño cerebral, Padecimiento de injusticia social, Exposición a eventos traumáticos. Lo dramático es saber que gran parte de la población reúne una o varias de estas características, sin embargo, no se vuelven asesinos seriales. Tras mucho estudiar se tiene una conclusión parcial y ésta consiste en aceptar que un asesino carece de una especie de “chapa de seguridad” moral, que le impide detener sus impulsos violentos. Los asesinos en serie (AS) son personas que matan por lo menos en tres ocasiones con un intervalo entre cada asesinato. A través de la historia se conocen una diversidad de AS, cada cual caracterizado por un tipo de conducta durante el acto criminal.
El día de hoy hablaremos de 5 Asesinos Seriales, que han sido los más conocidos en México en estos los últimos años.
1.- Juana Barraza Samperio, La Mata Viejitas.
De madre alcohólica y un padrastro, fue regalada a un extraño que abusó sexualmente de ella. Un hijo suyo murió y fracasó en el mundo de la lucha libre. Empezó con robos los cuales se convirtieron en ataques con arranques de odio.
Era calculadora y metódica, aunque la euforia y desorganización se apoderaban de ella al cometer los crímenes. Las muertes eran provocadas por golpes, heridas de armas punzo cortantes o estrangulación con robos materiales y asesinatos; en algunos casos se encontró evidencia de abuso sexual en las víctimas. Se le dictó sentencia en contra otorgándole 759 años y 17 días de prisión por 17 homicidios y 12 robos con agravios en contra de personas de la tercera edad.
2.- José Luis Calva Zepeda, “El Poeta Caníbal” o “El Caníbal de laGuerrero”.
A los 2 años de edad su padre muere, quedando al maltrato psicológico de su madre. Un episodio de abuso sexual lo marcó, al poco tiempo escapó de su casa viviendo en las calles. Odiaba y despreciaba a las mujeres, era bisexual, aunque la mezcla de atracción y desprecio hizo crisis en su psique. Consiguió estudiar y se casó, procreó a 2 hijas y después de 7 años se divorció. Se refugió en la escritura y realizaba poemas que reflejaban su estado anímico y su retorcida visión del mundo. Admirador de “Hannibal Lecter” y del “Marqués de Sade”, seducía mujeres vulnerables y madres solteras, las descuartizaba y se puede presumir que también se las comía por faltarles varias partes del cuerpo. Cuando lo detienen, guisaba trozos de su novia y de dos menores previamente descuartizados, además de encontrar un sinfín de extremidades dentro de su casa en diferentes espacios de su cocina. Calva Zepeda se suicidó mientras cumplía sentencia con un cinturón.
3.- En mayo de 2021, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México FGJE, informó sobre la detención de Andrés Filomeno Mendoza Celis, el “Feminicida de Atizapan”, un hombre de 72 años quien había sido identificado como posible feminicida serial. Tres días después de que Reyna la actual pareja de Andrés fue reportada como desaparecida y luego de que las autoridades solicitaron una orden de cateo para su domicilio, fueron localizados los restos de la mujer, quien fue asesinada en el mismo sitio de su detención. Las autoridades también hallaron restos óseos, credenciales de elector, ropa, calzado, bolsas de mujer y otros indicios, como libretas con varios nombres, casetes de video y maquillaje de otras mujeres, víctimas de feminicidio. El caso conmocionó al país porque el presunto asesino habría confesado que cometió más de 30 crímenes en las últimas 2 décadas. Para muchos de sus vecinos, Andrés era un hombre “normal”, un vecino “perfecto” que no se metía con nadie e incluso, que servía de gestor para solicitar bacheo, alumbrado público e incluso más seguridad. Las autoridades encontraron más de 4 mil 300 restos óseos de 19 cuerpos distintos. Andrés Filomeno fue condenado a cadena perpetua y este caso se convirtió en una serie documental, financiada por la SCJN. Fue condenado a cadena perpetua.
4.- César Armando Librado Legorrete “El Coqueto” de quien apenas se conocen datos sobre su vida antes de los crímenes, nació en el municipio de Texcoco, Estado de México, se casó dos veces donde de ambas uniones, César Armando fue padre de dos niños, uno con cada mujer.
La última, de nombre América, convivía con su hijo y su marido (El Coqueto) en el municipio de Tultitlán donde vivían, sin saber que éste durante su jornada laboral como conductor de autobús en la Ruta 02 del Metro Chapultepec a Valle Dorado en la Ciudad de México, había iniciado su carrera criminal cazando mujeres. Tampoco sospechó jamás que todos los regalos que a menudo le entregaba, en realidad procedían de las víctimas. El chófer aprovechaba la vulnerabilidad de las víctimas para abordarlas en plena noche, para ello, empleaba el mismo modus operandi para cada asalto: simulaba un fallo mecánico en el autobús, ordenaba bajar a todos los pasajeros menos a la mujer elegida para cometer la agresión. Entonces, César Armando se ofrecía a llevarla a su destino y, cuando restablecía la marcha, cambiaba la dirección, aparcaba en un lugar alejado y comenzaba el suplicio. Las golpeaba y violaba ferozmente y, a continuación, las asfixiaba hasta arrebatarles la vida. Su primer crimen fue cometido el 14 de julio de 2011, el segundo el 26 de noviembre, el tercero el 13 de diciembre, el cuarto el 30 de noviembre de ese mismo año y los dos últimos, el ocho y 18 de enero de 2012.
5.- Raúl Osiel Marroquín “El Sádico” o “El Asesino del Arcoíris”, tenía tan solo 25 años cuando la justicia lo detuvo, el motivo, al menos sedujo, secuestró y estranguló a cuatro hombres homosexuales. El modo de proceder era muy evidente: una vez muertos, metía los cuerpos en una maleta y los abandonaba en las inmediaciones del metro Chabacano y la colonia Asturias en la Ciudad de México. Marroquín aseguraba que las personas de la comunidad gay eran “un mal para la sociedad”, por lo que evidenciaba una personalidad con rasgos discriminatorios, los bares gays de la Ciudad de México en especial en la Zona Rosa, eran la zona de caza predilecta de Raúl Osiel Marroquín, en ellos trababa amistad con jóvenes a los que seducía y llevaba a hoteles de paso o a su departamento para un encuentro sexual. Marroquín los interrogaba con un propósito, conocer su estatus económico. Si los jóvenes no tenían nada que ofrecerle, Raúl los dejaba ir. En cambio, si sus amantes informaban tener una buena posición económica, su interés hacia ellos era inmediato. La preocupación por el estatus financiero de sus víctimas tenía un fin: se comunicaba con sus familias para pedir un rescate de entre 15 mil y 120 mil pesos, según informaron las autoridades en su momento. El depredador no solo gozaba con lo que hacía, sino que también gustaba de quedarse con recuerdos de sus actos, las identificaciones oficiales de sus víctimas. Cabe destacar uno de los detalles más morbosos de los actos de este sujeto; en una ocasión arrancó la piel de la frente de una de sus víctimas con la que hizo una especie de estrella para confundir a la policía y que ésta creyera que se trataba de crímenes satánicos.
Lo condenaron a 280 años de prisión y consideraron los homicidios como crímenes de odio.
Los asesinos seriales una y otra vez cruzan el “límite” y de esa manera poder hacer real lo que fantasean, intentan tener el control sobre la vida de ese otro. El “Poder” es vital para entender a un Asesino Serial, la falta de empatía, la cosificación y la egolatría. Los asesinos en serie frecuentemente tienen impulsos extremadamente “sádicos”. Estos anulan la capacidad de sentir “empatía” por el sufrimiento de otros, de esta manera, son frecuentemente llamados “psicópatas” o “sociópatas”, términos que han sido renombrados por psicólogos como “trastorno de personalidad antisocial”.
“La diferencia entre que la personalidad funcione o mal funcione, es completamente una diferencia de grado. Los más altos potenciales de nuestro eneagrama, incluyen ideales, habilidades, sensibilidades y fortalezas que valoramos profundamente y que nos sirven bien; pero cuando nos excedemos con ellos, son nuestras peores mutantes, bastardas y despreciables limitaciones de sí mismas”.
Te invito a que develes tu personalidad y a sacar provecho de tus virtudes, así como a transformar tus limitaciones; debemos cuidar ante todo nuestra salud mental saber que se vale pedir ayuda y tratar de ser siempre nuestra mejor versión.