Por Ricardo González Amaro.
Septiembre es un mes en México que al pasar los años sigue y sigue alimentando la paranoia colectiva de la población mexicana; un mes con fechas marcadas por la tragedia y el susto. Primero en 1985, posteriormente en 2017, 2021, y ahora en este 2022.
Han pasado 37 años desde aquel el 19 de septiembre de 1985 que quedó marcado en la historia. Un terremoto de magnitud 8.1 provocó severos daños en cientos de edificios en la Ciudad de México y miles de personas perdieron la vida. El epicentro se localizó en el océano Pacífico, cerca de la desembocadura del río Balsas, en la costa del estado de Michoacán.
De acuerdo con las cifras oficiales difundidas, a causa de este terremoto se perdieron más de 3 mil vidas. Sin embargo, las cifras exactas han estado siempre en duda, ya que diversas organizaciones calculan el número de víctimas por arriba de 10 mil y otras 20 mil. El dato quizá jamás podrá ser definitivo, pero fue este año en el que los mexicanos tuvimos que aprender pagando con un tributo de lágrimas y tristeza que hasta el día de hoy duele en lo más profundo del corazón y mente de los habitantes de la ciudad y de los estados vecinos que perdieron a sus seres queridos.
Fue hasta 32 años después, en 2017, que inesperadamente la tragedia nos tomó por sorpresa en dos ocasiones durante el mes de septiembre. Primero, la noche del día 7, en la cual se registró un sismo de magnitud 8.2 localizado en el golfo de Tehuantepec, Chiapas. Fue sentido en el sur y centro del territorio mexicano, y es considerado el de mayor magnitud en casi cien años en el país. Cientos de personas se estremecieron no sólo por el terremoto y el sonido de la alerta sísmica, sino también por un fenómeno que no se vio en el sismo de 1985. Aquella noche, unas luces en el cielo pudieron ser vistas por miles de personas en medio del miedo. ¿Qué fueron esos estos misteriosos destellos de luz? ¿Tuvieron algo que ver con el terremoto?
Según investigadores de la Universidad Rutgers, en Estados Unidos, los destellos lumínicos se producen debido a que los deslizamientos del suelo cerca de las fallas geológicas de la Tierra generan una carga eléctrica. También explicaron que se conocen como “luces de terremoto” y han sido documentadas desde los años 1,600. Estas luces de terremoto se pueden producir antes o durante los movimientos sísmicos.
Días después, y otra vez en fecha 19 de septiembre siendo 13:14 horas se generó un nuevo sismo. Esta vez de magnitud 7.1 con epicentro al noroeste de Chiautla de Tapia, en Puebla, que al igual que el sismo del 85’ dejaría devastación a su paso. Ese año, el temblor se registró luego de llevarse a cabo un mega simulacro organizado por autoridades federales en el marco de la conmemoración del sismo que azotó a México 32 años antes, con el objetivo de preparar y concientizar a las personas sobre las rutinas de acción más convenientes para afrontar una situación de emergencia. El simulacro del 2017 se realizó a las 11:00 de la mañana. En esa ocasión, la alerta sísmica se escuchó en Guerrero, Ciudad de México, Puebla y Oaxaca.
Los daños más grandes los sufrió nuevamente la CDMX y, en menor medida, pero también de consideración, Morelos, Puebla, Estado de México, Guerrero, Oaxaca y Tlaxcala. Sin embargo, el aprendizaje a lo largo de los 32 años de distancia colaboró para que le número de decesos fuera menor. La Ciudad de México reportó 228 decesos, Morelos 74, Puebla 45, el Estado de México 15, Guerrero 6 y Oaxaca 1. El costo de las afectaciones fue estimado en 61,143 millones de pesos.
No sería sino hasta 4 años después, ya estando en confinamiento por la pandemia COVID-19, que nuevamente en septiembre se volvería a registrar un sismo más. El 7 de septiembre de 2021 se registró un sismo de magnitud 7.1. Minutos después del sismo ocurrido a las 20:47 horas los reportes indicaron que no se reportaron daños graves por el movimiento que tuvo a Acapulco como epicentro.
Para este año, siendo 19 de septiembre de 2022 casi una hora después de que realizará el simulacro nacional por los otros dos grandes temblores, otro movimiento más se sintió con fuerza en la Ciudad de México a las 13:05 horas. Con una magnitud 7.7 y siendo el epicentro en las costas de Michoacán, frente a la población de Coalcomán. El movimiento se sintió en la Ciudad de México, Hidalgo, Guerrero, Puebla, Morelos, Jalisco, incluso en la región sur de Chihuahua. Según los reportes de las autoridades, se registraron daños colaterales, tales como derrumbes y apagones en distintas partes de los estados mencionados y dejando dos personas fallecidas en el estado de Colima.
La población quedó a la expectativa de las posibles réplicas de este temblor y fue en la madrugada de este 22 de septiembre que a la 01:26 horas se registró un temblor de magnitud 6.9, nuevamente siendo el epicentro en Coalcomán, Michoacán, siendo este la réplica más grande del sismo de 7.7 grados que azotó al país el pasado 19 de septiembre. El movimiento pudo percibirse en la Ciudad de México, donde al activarse la alerta sísmica, los habitantes salieron de sus casas y edificios. El presidente Andrés Manuel López Obrador, junto con las autoridades confirmaron la muerte de dos personas durante la conferencia de prensa matutina.
“Afortunadamente no hubo daños mayores, pero desde luego, se lamenta la pérdida de dos personas aquí en la Ciudad de México. Una señora que se cayó y se golpeó la cabeza y otra persona que falleció por un infarto”, informó el mandatario mexicano.
¿Qué dicen las autoridades respecto a los temblores que ocurren de manera frecuente en septiembre? “La probabilidad es muy baja, pero no es imposible”, explicó el científico Víctor Hugo Espíndola quien es jefe de analistas del SSN de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sobre la relación que podría existir entre los tres sismos con una magnitud superior a 7 en la escala de Richter que han ocurrido el mismo día en años distintos. Espíndola lo calificó más bien como “una desagradable coincidencia” y el Sismológico Nacional escribió a través de Twitter que precisamente esta coincidencia “merece abrir nuevas líneas de investigación científica. Hay que hacerlo con seriedad y metodología. En la ciencia, las nuevas preguntas requieren respuestas apropiadas”.
“Si nosotros vemos todo el catálogo sísmico que nosotros tenemos desde principios de 1900, vemos que se han repetido para sismos mayores de 7 en diferentes meses, por ejemplo, vemos varios en el mes de diciembre, varios en otros meses, entonces ciertamente la probabilidad de que ocurra el mismo día es muy baja”, detalló el científico.
Luis Quintanar Robles, investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM, coincidió en que no existe una certeza científica de que los sismos ocurran el mismo día.
Desde Mi Punto…. Sabemos que los sismos son un fenómeno común en México, para mala fortuna de todos y todas nosotros/as, nuestro país está ubicado en una zona de “alta sismicidad”, según el Servicio Sismológico Nacional (SSN). Pero tras las sacudidas de este mes, la pregunta que nos hacemos es: ¿Qué es lo que provoca que, en septiembre en específico, haya temblores en México? Y es que, tan impactante es el tema, que una vez que inicia el noveno mes del año se pueden ver en redes memes alusivos a la independencia, como debe de ser, pero en mayor medida con frases como ‘’¡septiembre, sorpréndeme, pero no con un temblor!’’. ¿Podríamos ya catalogar esto como un serio trauma o paranoia colectiva con el/la que siempre vamos a vivir en México? Mi punto de vista es que, desafortunadamente, sí.