Por: José Manuel López Colín

La carencia de rutas alternativas y escasez de espacios, además de la conducta irrespetuosa de automovilistas y operadores del transporte público hacen que los ciclistas consideren Toluca, la capital del Estado de México como una ciudad peligrosa para quienes se transportan en estos vehículos y para peatones.   

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2017 en el Estado de México se registraron alrededor de 6 millones 158 mil automóviles, de los cuales 397 mil 275 circulan sólo en la Ciudad de Toluca.     

El Diseño Urbano

Los paisajes de las ciudades se proyectan por y para los coches, excluyendo a otras posibilidades de desplazamiento urbano. Esto ha generado problemas visibles en las urbes, como el caos que provoca el tránsito, contaminación acústica, estrés en los conductores.
El uso masivo del automóvil implica otros efectos negativos como las emisiones de carbono que provocan más contaminación.  Toluca Ciclista

Para Jorge Hernández Sierra, estudiante universitario que utiliza una bicicleta como principal medio de transporte, la capital del Estado de México no está preparada aún para una movilidad ciclista porque no hay espacio para el tránsito.

“Si los automovilistas respetaran el carril asignado o dejaran pasar primero a ciclistas y peatones, la movilidad sería completamente diferente” comentó.

Además, el universitario señaló que es necesario que la sociedad tenga conocimiento de que la bicicleta es un vehículo más y para que esto suceda es importante que los ciudadanos se atrevan a tomar la bici, a cambiar su modo de trasporte.

Al respecto Gustavo Garduño Oropeza, académico de la Universidad Autónoma del Estado de México resaltó que Toluca no está preparada para ser una ciudad ciclista orque es una ciudad que creció cuando se vio invadida por la vorágine moderna del automóvil y dejó de pensar en el ciclista y peatón. Una evidencia de esto son las aceras que no están diseñadas para que el peatón las pueda utilizar, son muy pequeñas y están interrumpidas por obstáculos como postes o las rejas de las casas en las que hay automóviles.

Huizi y el proyecto de eco zona

La creación de la eco zona se basó en las reformas del Código Reglamentario Municipal de la Ciudad de Toluca publicados en 2015 y comprendía el primer cuadro de la ciudad (desde la Calle Sebastián Lerdo de Tejada hasta Venustiano Carranza y desde Andrés Quintana Roo hasta 5 de Mayo) y el Ayuntamiento anunció una serie de reglas que serían aplicadas en esta zona que buscaba privilegiar la movilidad de ciclistas y peatones principalmente.

Entre las sanciones anunciadas están, multas a quien rebasara los 40km/h, a excepción de calles en las que existan hospitales, escuelas o unidades deportivas, en estos casos, la velocidad permitida es de 20 km/h.  Según el Reglamento de tránsito del Estado de México, la sanción establecida por rebasar los límites de velocidad es de 10 salarios mínimos.

Asimismo, el artículo 127 del mismo reglamento señala que si la multa se liquida el mismo día de su emisión, habrá un descuento del 70% y si se paga en los siguientes 15 días hábiles, el descuento sería del 50%.

En la eco zona, la recolección de basura se realizaría por la noche entre semana y los fines de semana se colocarían camiones en puntos estratégicos de la zona.Como un adicional, se creó el Proyecto Huizi, que consta de la adquisición de una membresía anual con un costo de $333 para el uso de bicicletas que están en alguna de las 26 estaciones situadas en diversas calles del centro de la ciudad de Toluca.

“Huizi fue un proyecto abortado, que era parte de un programa más ambicioso. En donde se buscaba que el primer cuadro de la ciudad fuera un lugar más amigable ambientalmente, un lugar donde desplazarse sin tanto riesgo por el automóvil. Desafortunadamente en el cambio de administración huizi cayó. Al final, lo que quedó fue un proyecto más que no funcionó en Toluca.” Resaltó el académico y ciclista.

Mientras que Hernández Sierra señaló que los sistemas del gobierno o huizi no funcionan porque no ven números, entonces la solución sería que cada vez más gente se atreviera a usar la bicicleta. Hasta que vean números van a hacer infraestructura porque tenemos que dar ese paso en cuestión de ambiente.  

¿Qué hacer?

Garduño Oropeza insiste en que lo que necesitan estos sistemas es el voto de confianza. “Es necesario no sólo hacer leyes sino quitar la perspectiva de que el peatón y el ciclista son usuarios del espacio público de segunda categoría. Antes, al ciclista se le consideraba de baja clase, como alguien que no podía tener un carro y ocupaba un segundo lugar en las avenidas. La bicicleta es un medio de trasporte como cualquier otro y debe dignificarse en la mente del ciclista y en la mente del automovilista., el futuro es hacer más viable y democrática la posibilidad de desplazarse.”

De acuerdo con datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicados en la Guía para Impulsar el uso de la Bicicleta, las ciudades mexicanas que reportan mayor número de viajes diarios en este medio de trasporte son, La Paz (Baja California Sur) con 5 mil, Puebla, con 30 mil, le sigue Guadalajara con 212 mil y la Ciudad de México que reporta 433 mil 981 viajes en bicicleta todos los días. En el comparativo, Bogotá, capital de Colombia encabeza la lista con 611 mil 412 viajes registrados en un día.   

 

La bicicleta no es sólo un medio de trasporte eficaz, rápido, económico, saludable y amigable con el medio ambiente. También es el símbolo de que la sociedad puede moverse de otra manera.

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