Por Zuleyka Franco
Estos 9 conforman el Eneagrama de la personalidad junto con sus virtudes y defectos… ¿Ya sabes cuál es la tuya? ¡Te invito a descubrirlo!
El reformador, el ayudador, el y triunfador, el individualista, el investigador, el leal, el entusiasta, el desafiador, el pacificador.
1. El Reformador. Es el tipo racional, idealista, de sólidos principios, determinado, controlado y perfeccionista. Éticos, concienzudos, quieren hacer el bien pero temen cometer errores, organizados, ordenados, fastidiosos, derivan en críticos y perfeccionistas, problemas con la ira reprimida e impaciencia. En un mejor estado: sabios, realistas, nobles y moderadamente heroicos.
2. El Ayudador. El tipo interpersonal, preocupado por los demás, generoso, demostrativo, complaciente y positivo. Preocupado, empáticos, sinceros, cálidos, amistosos, generosos y sacrificados, también pueden ser sentimentales, halagadores y complacientes. Les gusta hacer cosas por otros y estar cerca de los demás para ser necesitados. Problemas con hacerse cargo de ellos mismos y reconocer sus propias necesidades. En su mejor estado: generosos y altruistas y tienen amor incondicional por ellos mismos y por los demás.
3. El Triunfador. El tipo pragmático, orientado al éxito, adaptable, sobresaliente, ambicioso. Seguros de sí mismos, atractivos y encantadores; ambiciosos, competentes y energéticos, conscientes del status y buscan avance personal. Preocupados de la imagen y lo que los demás piensen de ellos. Problemas con la competitividad y trabajólicos. En su mejor estado: auténticos, se aceptan y son todo lo que al parecer son, modelos que inspiran a otros.
4. El Individualista. El tipo sensible, reservado, dramático, ensimismado y temperamental. Romántico, introspectivo, consciente de sí mismo, sensible y callado, reservado. Se muestran emocionalmente honestos y personales, también pueden ser temperamentales y egocéntricos. No se acercan a otros por sentirse vulnerables y defectuosos; pueden ser mirados en menos estilos comunes de vida. Problemas con auto indulgencia y pena de sí mismos. En su mejor estado: inspirados, altamente creativos, capaces de renovarse a sí mismos y transformar sus experiencias.
5. El Investigador. El tipo cerebral, penetrante, perceptivo, innovador, reservado y aislado. Intenso, cerebral, alertas, profundos y curiosos. Capacidad de concentración y foco en el desarrollo de ideas y destrezas complejas. Independientes e innovadores; pueden volverse preocupados con su pensamientos y construcciones imaginarias. Se vuelven desconcertados pero intensos. Problemas con aislamiento, excentricidad y nihilismo. En su mejor estado: Pioneros visionarios, adelantados a su tiempo y capaces de ver el mundo de una forma completamente distinta.
6. El Leal. El tipo comprometido, orientado a la seguridad. Confiables, trabajadores y responsables; pueden ponerse a la defensiva, evasivos y altamente ansiosos, estresándose y quejándose. Usualmente precavidos e indecisos; pueden ser reactivos, desafiantes y rebeldes. Problemas con la duda y la sospecha. En su mejor estado: estables internamente, confiados en sí mismos, apoyadores de los débiles y sin poder.
7. El Entusiasta. El tipo activo, divertido, espontáneo, versátil, ambicioso y disperso. Ocupado y productivo, optimistas y espontáneos, juguetones, espíritu en alto y prácticos; pueden abarcar mucho, dispersos y poco disciplinados, buscan experiencias nuevas y excitantes, pero se distraen y cansan en el camino. Problemas con superficialidad e impulsividad. En su mejor estado: usan sus talentos en metas que valen la pena, disfrutan, llenos de gratitud, satisfechos.
8. El Desafiador. El tipo poderoso, dominante, seguro de sí mismo, decidido, voluntarioso y retador. Fuertes y asertivos, protectores, llenos de recursos y decididos, pueden ser orgullosos y dominantes, sienten que deben controlar el entorno, confrontacionales e intimidantes. Problemas con permitirse estar cerca de otros. En su mejor estado: usan su fuerza para mejorar las vidas de otros, son heroicos, magnánimos y a veces históricamente grandes.
9. El Pacificador. El tipo indolente, modesto, receptivo, tranquilizador, agradable y satisfecho. Aceptador, inconsciente de sí mismo, confiados y estables. De buena naturaleza, buenos, fáciles y apoyadores, pueden estar demasiado dispuestos a seguir la corriente a otros para mantener la paz. Quieren que nada implique conflicto, pero tienden a ser complacientes y minimizar todo aquello que lo altere. Problemas con positividad y porfiadez. En su mejor estado: intensamente vivos y conectados con ellos mismos y otros.
“La diferencia entre que la personalidad funcione o mal funcione, es completamente una diferencia de grado. Los más altos potenciales de nuestro eneagrama, incluyen ideales, habilidades, sensibilidades y fortalezas que valoramos profundamente y que nos sirven bien; pero cuando nos excedemos con ellos, son nuestras peores mutantes, bastardas y despreciables limitaciones de sí mismas”.
Aprendamos a aceptar nuestras debilidades para saber qué es lo que tenemos que trabajar y convertir esos puntos débiles en fortalezas y hacer uso de ellas para el bien común y el crecimiento personal. Recordemos que nuestro entorno puede acercarnos o no a tomar diferentes caminos en la vida, y a diferencia de otras especies, el ser humano cuenta con la maravillosa opción del libre albedrío, así que aprovechemos las oportunidades que la vida nos pone en el camino y tomemos la que mejor nos quede, para que a partir de ello podamos hacer un traje de vida a la medida.