Primero Editores / Ingrid Ahumada
Metepec, México.- Pese al COVID-19 el arte y la tradición del papel picado perdura en Metepec, gracias a la técnica de cincelado mexicano que emplea desde hace más de 35 años Sergio Alejandro Hernández Martínez.
En su pequeño taller, contó que fue su curiosidad y ganas de aprender lo que lo impulsó a dedicarse a la elaboración de “un arte efímero” del que -dijo- se puede vivir y, aunque sus ventas bajaron al menos 60 por ciento debido a la pandemia, sus ganas de reflejar en el papel de colores brillantes las tradiciones mexicanas lo motivan a seguir trabajando.
Así, con martillo, cinceles y sobre una tabla de madera gruesa, elabora a mano diversos diseños sobre el Día de Muertos y a pesar de ser un elemento momentáneo y solo para unos cuantos días, aseguró que no pretende reflejar los daños de la pandemia.
“Tratamos de no reflejar los problemas sociales, pudiéramos haber reflejado una calavera con cubrebocas -por el COVID-, pero queremos quitarle lo efímero al papel picado y que persevere por los años nuestro arte y no nos gustaría recordar esta pandemia pues los perjuicios que nos ha dejado son muchos”, comentó.
Explicó que durante el año tiene cuatro temporadas fuertes de venta: primavera, fiestas patrias, Día de Muertos y navidad, no obstante, también realiza papel picado para eventos sociales y restaurantes en México y el extranjero, por lo que estimó que no se perderá la tradición, aunque señaló que, el papel picado es más valorado en el extranjero que en nuestro país donde -dijo- lo industrializado ha abaratado mucho el trabajo artesanal, sin embargo, aseguró que la máquina no compite con su trabajo hecho a mano.
Días previos a la celebración del Día de Muertos, indicó que la venta ha sido esporádica y la mayoría de las personas que han adquirido estas piezas lo hacen para ofrendas en sus hogares, no obstante, dijo que se debería valorar un poco más este tipo de arte que se realiza completamente de manera artesanal, el cual le lleva hasta dos horas para realizar 50 pliegos de un trabajo sencillo y días para uno más elaborado, ello pese a que cuenta con experiencia.
Finalmente, Hernández Martínez contó que es la segunda generación en su familia que emplea dicha técnica que aprendió de su padre y se dijo orgulloso de que ahora su hermano menor y sus dos hijos de 10 y cinco años de edad se han interesado por seguir con la tradición, por lo que insistió que el papel picado no se perderá al menos en los próximos 15 años.
“El sentimiento que se tiene al elaborar una pieza de papel picado es fuerte porque puedes plasmar la alegría o tristeza en el papel, es como una terapia, al empezar a picar papel se te pierde la noción del tiempo, el día se va rápido”, contó.
Los interesados en adquirir estas piezas pueden visitar al artesano en Privada de la Luna #49 Barrio del Espíritu Santo, entre las calles de Altamirano e Hidalgo sobre Avenida Estado de México en el centro de Metepec o contactarlo al número 7224280665.