Toluca, Méx.- En el Estado de México, las sequías se han vuelto más frecuentes, intensas y prolongadas, lo que pone en riesgo a los ecosistemas y afecta severamente a sectores productivos clave como la agricultura y la ganadería. Frente a esta problemática, la captación de agua de lluvia se presenta como una alternativa eficaz para mitigar los efectos negativos.

Tipos de sequía y sus efectos

La profesora e investigadora del Instituto Interamericano de Tecnología y Ciencias del Agua (IITCA) de la UAEMéx, Rocío Becerril Piña, explicó que existen cuatro tipos de sequía:

  • Meteorológica: baja anormal de precipitaciones respecto al promedio histórico.
  • Agrícola: insuficiencia de humedad en el suelo que daña cultivos.
  • Hidrológica: reducción de niveles en cuerpos de agua.
  • Socioeconómica: impacto en la vida diaria y el bienestar de la población.

Estas condiciones son provocadas por el cambio climático y la variabilidad en el uso del suelo, especialmente en zonas urbanas donde el escurrimiento impide la recarga de acuíferos.

Impacto en la población rural y el entorno

Muchas comunidades rurales mexiquenses dependen de la agricultura de subsistencia, por lo que una sequía puede representar pérdidas económicas severas que obligan a niños y jóvenes a abandonar la escuela para apoyar en casa.

Además, el IITCA ha identificado que las lluvias son más irregulares, las olas de calor más intensas y las temperaturas mínimas menos frías, lo que ha modificado los patrones climáticos tradicionales en la entidad.

Soluciones: captación de agua y tecnologías de monitoreo

Entre las estrategias para enfrentar la sequía, Becerril Piña destacó:

  • Captación de agua de lluvia con sistemas instalados en techos de viviendas.
  • Reúso de aguas tratadas para reducir la contaminación y optimizar el recurso.
  • Riego por goteo, que suministra solo la cantidad necesaria para los cultivos.

También destacó el uso de tecnología de teledetección, una herramienta útil para monitorear el estado de los recursos hídricos sin necesidad de presencia física en el lugar, la cual se complementa con trabajo de campo para validar datos.

Educación y coordinación institucional

La especialista enfatizó la necesidad de que las políticas públicas estén coordinadas con instituciones como la CONAGUA, así como contar con infraestructura municipal adecuada para:

  • Reducir fugas.
  • Mejorar la administración del agua.
  • Garantizar el abasto eficiente.

En materia educativa, el IITCA promueve la inclusión del tema de la sequía en los planes escolares y difunde boletines digitales mensuales con datos actualizados sobre precipitaciones, niveles de presas, incendios forestales y el impacto socioeconómico del fenómeno.

“La gestión del agua comienza con la educación y con la capacidad de cada persona para identificar cuánta agua se tiene, quién la usa y hacia dónde va”, concluyó Becerril Piña.

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