Toluca, Méx.- Desde los pasillos de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) hasta las grandes pantallas del cine mexicano, Noé Hernández ha demostrado que la disciplina y la pasión por la actuación pueden abrir puertas al éxito. Este egresado de la Licenciatura en Arte Dramático (hoy Artes Teatrales), con una carrera de 17 años en el cine y el teatro, ha logrado una impresionante trayectoria que lo ha llevado a ganar cuatro Premios Ariel y a ser reconocido internacionalmente.
De la Filosofía al Arte Dramático: Un Viaje de Determinación
Nacido en Hidalgo, Noé Hernández comenzó su camino en la UAEMéx con la idea de estudiar Derecho. Sin embargo, el destino le tenía preparado otro rumbo. Después de no aprobar el examen de admisión, se inscribió en Filosofía y, finalmente, decidió cambiarse a Arte Dramático, donde descubrió su verdadera pasión: la actuación. Fue en las aulas universitarias donde se formó bajo la tutela de grandes maestros como Esvón Gamaliel, Jesús Angulo, Mercedes de la Cruz y Raúl Zermeño, quienes no solo le enseñaron técnica, sino también la importancia de la disciplina y el compromiso con su arte.
“La universidad me enseñó a pensar críticamente, a ser apasionado y a entregar todo de mí en cada proyecto”, comenta Noé, quien señala que sus años en la UAEMéx fueron fundamentales para su desarrollo artístico y personal.
Premios y Éxitos: Un Actor Versátil
A lo largo de su carrera, Hernández ha logrado conquistar tanto al público como a la crítica, ganando cuatro Premios Ariel por su participación en películas como 600 Millas, Ocho de cada diez, La Tirisia y Kokoloko. Su versatilidad actoral le ha permitido interpretar una amplia gama de personajes, desde los más sombríos hasta los más entrañables. Su más reciente participación en Pedro Páramo, una adaptación de la obra maestra de Juan Rulfo, dirigida por Rodrigo Prieto, le permitió interpretar a Abundio, un personaje profundamente emocional que le demandó una interpretación sutil y poderosa.
Cine con Propósito: Reflexión y Compromiso Social
Para Noé, cada personaje que interpreta tiene un propósito: llevar un mensaje al público. “Creo que los personajes llegan a uno para decir algo, para darnos una respuesta a lo que estamos viviendo en ese momento. Es como un espejo”, reflexiona el actor. Su trabajo en el cine, además de ser una muestra de su talento, también es una oportunidad para abordar temas sociales relevantes. “El cine es un espejo de nuestra sociedad, y siento que mi trabajo puede generar reflexión y conciencia sobre lo que estamos viviendo como comunidad”, afirma.
Noé está convencido de que ser actor va más allá de simplemente memorizar líneas. “Actuar es un proceso constante de estudio y preparación. Se trata de entregarse al personaje, de buscarle, de nunca dejar de aprender”, comenta, destacando que la perseverancia y la resistencia son claves en el mundo del cine.
Un Ejemplo de Disciplina y Pasión
Hoy, con 17 años de carrera, Noé Hernández es un ejemplo de cómo la pasión, la disciplina y la preparación constante pueden llevar a alcanzar grandes logros. A través de sus interpretaciones, no solo ha dejado una huella en el cine mexicano, sino que también ha puesto en alto el nombre de la UAEMéx. Con cada papel, demuestra que, con esfuerzo y dedicación, los sueños se pueden hacer realidad.
“Siempre hay que estar preparado para la oportunidad, porque cuando llega, no hay nada que te detenga”, concluye Noé, quien continúa siendo una inspiración para futuras generaciones de artistas.