Por Angélica Rangel

A pesar de contar con medidas de protección, Vanesa Gaytán Ochoa perdió la vida a manos de su marido, Emanuel Ramírez Barajas quien la mañana del 25 de abril la arrolló y apuñaló en la esquina de Casa Jalisco, lugar de residencia del gobernador, Enrique Alfaro.

Esta agresión también dejó como saldo a un policía estatal herido, mientras que el victimario murió cuando recibía atención médica tras recibir varios impactos de bala por parte de un escolta del fiscal estatal, Gerardo Octavio Solís Gómez.

Durante la rueda de prensa, el fiscal del estado narró que la víctima iba a bordo de un taxi para dirigirse a su trabajo, cuando notó que la venía siguiendo en un auto Golf conducido por su marido, se comunicó con su abogado y familiares quienes le recomendaron que buscara apoyo con los policías que se ubicaban en Casa Jalisco.

Vanesa descendió del taxi y mientras hablaba con un policía, el marido- de quien se encontraba en proceso de divorcio-, la embistió junto con el elemento estatal.

Emanuel Ramírez descendió del auto con un cuchillo, se dirigió a donde estaba Vanesa, quien se encontraba tirada en el piso, y comenzó a apuñalarla. La escena que ocurrió en unos “seis segundos”, fue vista por un escolta del fiscal- quien en ese momento se encontraba al interior en una reunión de seguridad-, y disparó contra el agresor.

El hombre fue trasladado a la Cruz Verde para recibir atención médica, pero falleció a causa de las heridas propinadas por el arma de fuego con la que fue atacado. El escolta se encuentra a disposición del Ministerio Público.

De acuerdo con el fiscal, Vanesa Gaytán acudió el 30 de diciembre de 2017, al Centro de Justicia para la Mujer donde le otorgaron medidas de protección; en esa misma fecha presentó una denuncia penal contra su esposo por las agresiones de la cual era víctima.

Según la fiscalía, al menos en cinco ocasiones se le enviaron citatorios a Vanesa para que acudiera a la dependencia y poder dar seguimiento a su caso.  Sin embargo, hizo caso omiso, y regresó hasta el 27 de febrero pasado para reactivar la denuncia penal y las medidas de protección.

“Vamos a hacer una exhaustiva revisión de este caso, en razón de que hay diversas medidas de protección giradas al ayuntamiento (de Guadalajara) donde la víctima tenía su domicilio, así como al interior de nuestra policía”, dijo el fiscal del estado.

Prosiguió: “El hecho de que existieran diversas medidas giradas, que no hubieran surtido los efectos deseados, nos obliga a hacer una revisión de fondo del caso, donde lamentablemente perdió la vida esta persona, para que en caso de que existiera responsabilidad de un servidor público, en todo caso proceder en consecuencia”.

Durante este año, han sido giradas 248 medidas de protección a mujeres que acudieron al Centro de Justicia para la Mujer. De enero a febrero se han perpetuado 10 feminicidios en el estado, según datos de la Fiscalía.

¿Cuántas más mujeres muertas es necesario para que las dependencias realicen un trabajo comprometido? ¿Cuántos casos tenemos que tener para que las mujeres no hagamos caso omiso cuando pase algo fuera de lo normal con nuestra pareja que nos ponga en riesgo? No dejemos las cosas en el olvido, tanto victimas como dependencias tienen la responsabilidad de denunciar y tratar los casos de forma correcta, para que no hablemos de nueva cuenta como el de Vanesa.

Con información de proceso.com.mx

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