Ciudad de México.- El juguete mexicano ha quedado relegado. Cada vez llegan menos de ellos a los árboles de Navidad como regalos, pues se producen y exportan menos, afirmó el investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, Arturo Ortiz Wadgymar.

Aunque desde la temporada decembrina hasta el 6 de enero es el periodo en que más se producen y venden estos artículos, su demanda ha ido a la baja frente a las importaciones provenientes de Asia, especialmente de China, agregó.

De acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la producción de esta industria ha decrecido; las exportaciones pasaron de aproximadamente mil 200 millones de dólares en 2016 a mil millones de dólares en 2018 y registra déficit comercial -importaciones mayores a las exportaciones- desde hace varios años. Tan sólo en 2018 fue de 672 millones de dólares.

Las importaciones, principalmente, son: consolas y videojuegos, surtidos o bloques de construcción, juguetes que representen animales o seres humanos; muñecas y muñecos que figuran personas iguales o menores a 30 centímetros con vestidos y artículos diversos, entre otros.

Estos artículos provienen de China (80.2 por ciento), Estados Unidos (6.6 por ciento), Vietnam (1.7 por ciento), Hungría (1.6 por ciento), Dinamarca (1.2 por ciento), según el estudio “Conociendo la industria del juguete” del INEGI, publicado en 2020.

Ante ello, el especialista en Comercio Exterior de México llama a pensar en una política industrial, no propiamente para fomentar el juguete tradicional, sino para fabricar en el país productos que actualmente se importan de China.

“Tenemos ingenieros y una tecnología fundamental con la que se puede sustituir importaciones, por ejemplo, de videojuegos y productos de alta tecnología. Se debe apuntalar la industria del videojuguete, que prácticamente no existe”, aseguró.

Con la firma del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) también se podría impulsar que las inversiones y la producción que los socios de México realizan en China se trasladen progresivamente a nuestro territorio, lo cual reduciría enormemente sus costos de transporte, añadió el experto universitario.

Desde su punto de vista son varias las causas del estancamiento de la industria del juguete mexicano, entre las que están: los cambios acelerados de la tecnología que hicieron que muchos juguetes de plástico, madera y demás materiales, quedaran obsoletos; así como la apertura comercial impulsada con diversos tratados los cuales dejaron prácticamente sin oportunidades de competir a los fabricantes.

El juguete mexicano, consideró, se quedó con ideas del siglo pasado; ya no se juega, no se usa, más bien es de colección, son productos artesanales.

“Es en esta temporada cuando el juguete mexicano sale a los mercados, como parte de la gran oportunidad de venta que hay. Posteriormente los productores se dedican a otros artículos que ofrecen de acuerdo con las fechas y las modas”, aseveró el investigador.

El estudio “Conociendo la industria del juguete” del INEGI también señala que su fabricación en el país se concentra en 27 empresas medianas y grandes; los niveles de empleo se han mantenido estables en años recientes y los insumos que utilizan para la producción son 46.7 por ciento nacionales y 53.3 por ciento, importados.

Asimismo, indica que la exportación de juguetes se dedica principalmente a Estados Unidos (88.2 por ciento), seguido de la República Checa (2.1 por ciento), China (1.1 por ciento), Canadá (0.8 por ciento), Francia y Reino Unido (0.7 por ciento cada uno) y el resto de los países (5.7 por ciento).

Para el investigador Arturo Ortiz Wadgymar la Navidad y toda la época decembrina es un buen momento para impulsar campañas y promover los juguetes mexicanos, así como todos los productos hechos en el país.

“Como en Estados Unidos donde lo americano es primero”, sugirió a las familias mexicanas obsequiar algún juguete hecho en nuestro territorio y/o artesanal, que en la mayoría de las ocasiones es divertido y desarrolla el ingenio de niñas y niños.

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