Ciudad de México.- La esclerosis múltiple (EM) es una gran simuladora porque puede manifestarse ocasionalmente con debilidad en brazos y piernas, o con adormecimiento y hormigueo posterior en esas extremidades, un poco de marcha inestable, se exhibe con episodios de visión doble, vértigo, o incluso con problemas de tipo sexual, intestinal, en la vejiga, o con fatiga, pero no hay nada específico.
El coordinador de Comités Académicos en la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, Víctor Hugo Olmedo Canchola, explicó lo anterior y también que es producida cuando el sistema inmunitario ataca el encéfalo y la médula espinal.
Al abordar el tema en entrevista indicó: se descubre de manera tardía porque los pacientes tienen periodos en los que hay síntomas y de pronto pueden mejorar por meses, incluso años, y viene otra recaída, esto dificulta al médico llegar a un diagnóstico porque los indicios no son absolutamente definidos. A veces las personas enfermas los dejan pasar por alto, esto retrasa el manejo y, por supuesto, el tratamiento.
El médico internista y maestro en Epidemiología refirió que habitualmente no se determina padecerla porque es poco frecuente, y entonces se elucubra en patologías que son más usuales. La confirmación de manera recurrente es mediante resonancia magnética, ese estudio implica ver la imagen en el interior del cerebro y ahí se notan las placas escleróticas en varios sitios, de ahí el nombre de la enfermedad.
De acuerdo con el universitario, la EM es autoinmunitaria lo que quiere decir que las propias células de la persona atacan a las otras en la vaina de mielina, como si no las reconociera, como si no fueran propias, y las empiezan a destruir. Es precisamente el momento en que comienza esto cuando hay recaída y luego un lapso de estabilización y regresa. Esas vainas de mielina las encontramos regularmente en la sustancia blanca a nivel cerebral o medular, y es ahí donde se ubican las placas escleróticas.
Solo se detiene su avance
Aunque la enfermedad es poco frecuente, precisó Olmedo Canchola, predomina en mujeres y se presenta principalmente en personas de raza blanca. Por cada hombre que tiene EM, son tres las que llegan a padecerla.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta 2023 se calcula que más de 1.8 millones de personas la padecía en el orbe. No obstante, a cualquier edad se puede presentar, aunque es más común en jóvenes adultos y mujeres.
Se estima que la prevalencia en México es de 15 casos por cada 100 mil habitantes, cifra comparativamente menor a la reportada por Europa del norte y Estados Unidos, que es de 590 por 100 mil habitantes aproximadamente.
El reporte de la OMS señala que la discapacidad que produce representa un gran impacto individual, social, sanitario y económico derivado de que su ocurrencia es en adultos jóvenes o población económicamente activa, y que además los costos del tratamiento son, por lo regular, insostenibles para la mayoría de la población.
Víctor Hugo Olmedo expuso que mientras más alejado del ecuador está un país, el potencial de que sus habitantes la desarrollen se incrementa. De tal manera que en naciones tropicales es menos frecuente, a diferencia de las que se localizan más distantes, como Canadá.
Otros aspectos relacionados, prosiguió, son la obesidad y el tabaquismo, aunque no quiere decir que sean causas; también los pacientes que tienen alteraciones de tipo autoinmunitario, alérgico, son más proclives a desarrollarla, incluso aquellos con padecimientos tiroideos.
“No hay ningún tratamiento contra la EM, tenemos una serie de fármacos que nos pueden ayudar a disminuir su avance, pero curarla lamentablemente no. Como es una enfermedad inmunológica habitualmente usamos esteroides, corticoides, y llegamos a utilizar recambios de plasma que se conocen como plasmaféresis”, afirmó Olmedo Canchola.