Ciudad de México.- La economía mexicana sufrió fuertemente los embates de la crisis de la COVID-19, cayó en 2020 -8.2 por ciento; no obstante, fue pronta su recuperación: en 2021 creció 6 por ciento; 2022, 3.9 por ciento; 2023, 3.1 por ciento; se estima que en el presente año el incremento fluctúe entre 2.5 y 3.5 por ciento, expuso Ernesto Bravo Benítez, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.

El especialista en estudios hacendarios y del sector público explicó que aún ante un escenario complejo a nivel internacional se prevé un contexto estable para los próximos meses:

“¿Cómo estuvo la economía mexicana en 2023?, por encima del crecimiento de Estados Unidos. Ellos lograron 2.5, nosotros 3.1; se crearon más de 679 mil empleos, según el IMSS; la tasa de desempleo al 2.5 por ciento; la inversión extranjera con marca de 36 mil 58 millones de dólares (mmd); las remesas en 63 mmd; ingresos por turismo de alrededor de 31 mmd”.

Al participar en la mesa “Reflexiones sobre el desempeño reciente de la economía mexicana 2023”, en el auditorio “Mtro. Ricardo Torres Gaitán” del IIEc, Bravo Benítez añadió:

No hay que olvidar que la mexicana es una economía de servicios (60 por ciento del Producto Interno Bruto), por lo que uno de los retos será trabajar para abatir ese 52 por ciento de la población económicamente activa, ubicada en el ámbito de la informalidad.

No estamos del todo, dijo, en un nuevo régimen, aún tenemos resabios de la parte neoliberal, se comprueba en la liberalización de la balanza de capitales, pero estamos a la puerta de un modelo que será sustituido aunque tampoco sabemos cuáles serán las modalidades de este que sustituirá al neoliberal.

Sin embargo, “más allá de los nubarrones de este año, que no los veo tan grandes, las elecciones en Estados Unidos que son hasta noviembre, quizá podemos estar cerrando el 2024 entre las diez economías más grandes del orbe”.

Economía consolidada

En su oportunidad, el especialista en comercio exterior del IIEc, Arturo Ortiz Wadgymar, manifestó que hasta 2023 se puede hablar de una consolidación de la economía nacional. Fue en este año cuando se presentaron las mejores cifras macroeconómicas del más reciente lustro, aun con secuelas de la pandemia y las dificultades políticas.

Hubo una insólita reserva monetaria de más de 200 mil millones de dólares en el Banco de México. El 2024, como año electoral en México y Estados Unidos, es complicado porque podría haber una desaceleración moderada, como en los últimos años de cualquier sexenio y posteriormente todo dependerá de otros factores, delineó.

En la reunión, moderada, por Gerardo Minto Rivera, también del IIEc, el doctor en Investigación Económica de la Universidad Complutense de Madrid, destacó que puede haber algunos “factores exógenos que afecten a nuestra economía, aún bajo las mejores voluntades políticas”.

Más allá de los problemas locales dependeremos de lo que ocurra en economías como la estadounidense. Se estima desaceleración a nivel global, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, de entre 2.13 por ciento a 1.9, para 2025, apuntó.

En este contexto, subrayó: “Los aspectos políticos pueden incidir si llegara Donald Trump a la presidencia de su país. México se vería afectado nuevamente con amenazas respecto al combate a las drogas, el cierre de fronteras y, por supuesto, al aspecto migratorio”.

Aunado a ello, aunque nuestra economía interna esté controlada, los conflictos armados pueden impactar. Incluso cuando sea una reactivación de la economía mundial hay aproximadamente cien eventos bélicos de diversa magnitud, y esas amenazas escapan a nuestras realidades nacionales, concluyó.

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