Ciudad de México.- El registro de un eclipse anular de Sol y el cometa C2022 E3 (ZTF), además de las tradicionales lluvias de estrellas, marcarán 2023 como uno de los años más espectaculares, astronómicamente hablando, consideró en entrevista el investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM, José Franco.

“Como todos los años, el cielo tiene una serie de eventos que son muy llamativos y atractivos, en particular tenemos dos eclipses de Sol y dos de Luna, pero no todos los años tenemos la fortuna de que alguno de ellos pase por nuestro país y este año será uno de esos privilegiados donde tendremos un eclipse anular de Sol, el cual será muy importante para la sociedad no únicamente para los astrónomos aficionados; además de que este año tiene un evento poco usual: que en estos momentos se ve el paso de un cometa en su trayectoria en su punto más cercano al Sol”, comentó.

El especialista en Física destacó que por su belleza y rareza los eclipses llaman la atención de la gente y el que se registrará el próximo 14 de octubre será anular; es decir, la luna no alcanzará a cubrir todo el disco solar, por lo que suele verse un pequeño anillo a su alrededor.

El fenómeno, precisó el investigador, sucede debido a que la órbita de la Luna alrededor del Sol no es circular, es una elipse elongada y hay momentos en los cuales está más cerca de la Tierra. Esta diferencia en su posición hace que los eclipses sean diferentes, dependiendo de cuándo ocurren.

Vistos desde la Tierra, el tamaño aparente de la Luna y del Sol son similares, aunque sus dimensiones y distancias son totalmente diferentes. Sin embargo, cuando el satélite está en la parte de su órbita más cercana a nuestro planeta, su tamaño es mayor al Sol, por lo cual puede cubrir completamente a la estrella y es cuando se dice que ocurre un eclipse total.

“Cuando la Luna está en su posición más alejada de la Tierra su tamaño aparente es menor y, por lo tanto, su diámetro es menor al del Sol y no alcanza a tapar completamente a la estrella, quedando un anillo cuando se da el máximo del eclipse y se le llama anular”; el que ocurrirá el 14 de octubre será de este tipo, detalló el investigador.

El fenómeno iniciará en el océano Pacífico y entrará al continente americano a la altura de Oregón, Estados Unidos; se moverá por el territorio estadounidense hacia el sur para salir por el área de Texas y adentrarse al Golfo de México. Llegará a México por Campeche, aproximadamente a las 10:45 (hora local), y de ahí seguirá hacia el sur cruzando Calakmul y parte de Quintana Roo y Belice. Posteriormente lo hará por Centroamérica, Brasil y terminar en el Atlántico.

El investigador refirió que al tratarse de un fenómeno que implica mirar al Sol, es necesario que los espectadores se protejan los ojos, pues de ser visto directamente podría causar ceguera. Al respecto, sugirió solicitar asesoría de especialistas de sociedades astronómicas o de investigadores expertos en la materia.

De acuerdo con José Franco, este inconveniente no sucederá en la observación de los fenómenos nocturnos como las lluvias de estrellas, cometas o las conjunciones planetarias, que pueden ser apreciados a simple vista.

Respecto al cometa C2022 E3 (ZTF), recordó que su mayor acercamiento a la Tierra se realizará en los primeros días de febrero, por lo que probablemente sea posible observarlo claramente en cielos oscuros.

“A veces los cometas no tienen palabra y en ocasiones se evaporan más o se rompen cuando pasan cerca del Sol. Este cometa es de largo periodo, que no esperamos volver a ver en un futuro cercano, por lo que esta será la única oportunidad para verlo, y si se tiene un telescopio se le puede ya estar mirando”, dijo.

El también investigador expuso que los fenómenos que más llaman la atención y se pueden ver periódicamente en el país, son las lluvias de estrellas; es decir, rocas que penetran la atmósfera de la Tierra y esto las quema, evaporándose algunas antes de llegar al piso. Son residuos de cometas que pasaron en épocas anteriores.

La época de secas es la mejor para observarlas, ya que no hay nubes de lluvia que las cubra. Las lluvias de estrellas que ocurren en invierno o primavera son las que mejor se aprecian, es decir, las Gemínidas (13 y 14 de diciembre) con 120 objetos por hora, y las Líridas (22 y 23 de abril) con 20 meteoros por hora; aunque también se podrían apreciar las Perseidas (12 y 13 de agosto) con 60 objetos por hora.

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