Ciudad de México.- Investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), bien público educativo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, exploran las propiedades de las semillas de achiote en Cunduacán, Tabasco, para promover su conservación y desarrollar péptidos con beneficios potenciales para la salud humana.

La especialista del Laboratorio de Productos Naturales de la Preparatoria Agrícola de la UACh, María Rosa González Tepale, expuso que la intención es aumentar la cadena de valor del achiote –un ingrediente popular en la cocina mexicana– y evitar su desperdicio. 

Comentó que la razón es porque la industria farmacéutica ha manifestado un mayor interés por los péptidos –biomoléculas con una amplia variedad de funciones biológicas como neurotransmisores, actividad antitrombótica y antihipertensiva– durante los últimos años.

Señaló que éstos también sobresalen por su actividad farmacológica contra bacterias y porque representan una alternativa a antibióticos como la penicilina y sulfamidas.

Incluso, González Tepale dijo que en la actualidad hay fármacos constituidos de péptidos, como la gramicidina, la bacitracina y algunos anticancerígenos.

Para el desarrollo de esta investigación, indicó, las semillas de achiote se obtienen con apoyo de productores del municipio de Cunduacán, Tabasco. Ellos colaboran en la despigmentación, la limpieza y el secado para evitar su descomposición.

En seguida se lleva la semilla al laboratorio para realizar el análisis por resonancia magnética nuclear, los métodos cromatográficos y de espectrometría de masas, por mencionar algunos, abundó. 

Resaltó que con el estudio de aislamiento de péptidos se impulsa también el conocimiento de la fitoquímica de la planta, al descubrir nuevas moléculas y ofrecer información sobre la estructura, composición y propiedades químicas y físicas de la semilla para ofrecer múltiples aplicaciones en un futuro y promover su venta.

González Tepale refirió que la producción nacional de achiote es significativa y la cantidad de residuos es mayor, pues muchos productores del sur de México no se encuentran registrados en los censos agrícolas.

Con la cantidad de productores no censados se tiene una oportunidad para mejorar la gestión y el aprovechamiento de este recurso, subrayó.

De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), la producción nacional de achiote contabilizó 819 toneladas, con valor de 22 millones 152 mil pesos, en 2023. 

Yucatán, Quintana Roo y Tabasco, con 396, 245 y 177 toneladas, son los principales productores de esta planta que pertenece a la familia Bixaceae y que también es conocida como onoto, urucú y achiotl, este último de origen náhuatl.

En el proyecto también participan los investigadores Rafael López Cerino, Benito Reyes Trejo y la alumna Laura Hypatia Sánchez Hernández, quien ayudó a implementar la metodología para el aislamiento de los péptidos, a través de su tesis “Recuperación de semilla de desecho de Bixa orellana L. (achiote) para la  obtención de péptidos y ésteres metílicos” para acreditar la licenciatura. 

Achiote, colorante natural 

Esta especie crece en las zonas cálidas de nuestro país, principalmente en los estados de Yucatán y Quintana Roo, y tiende a adaptarse a diferentes tipos de clima, suelo y altitud. 

Los arbustos inician su producción comercial cuando tienen entre tres y cuatro años de edad. En sus frutos se guardan de 30 a 40 semillas envueltas por una capa de color rojo. 

Sus frutos se utilizan para dar sabor y color a los platillos tradicionales, como la cochinita pibil, los tacos al pastor, la carne de cerdo, y de las semillas se obtiene un colorante –conocido como Bixina– y es empleado como pigmento en las industrias láctea, cosmética y farmacéutica.

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