Ciudad de México.- La pandemia dejó al descubierto la desigualdad que existe a partir de la perspectiva de género en materia de cuidados, como una tarea que generalmente se le adjudica a las mujeres, quienes terminan con una significativa carga de trabajo, afirmó la investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Verónica Montes de Oca Zavala.

Al comentar los objetivos y el contenido del tomo 9 (de 15) de la colección “La década COVID en México. Los desafíos de la pandemia desde las Ciencias Sociales y las Humanidades”, señaló: se trata de un volumen importante dentro de la colección porque aborda la temática de género, tareas de cuidado y la violencia que se vivió.

El tema de los cuidados, aseguró, está bien posicionado a nivel mundial, pues es parte fundamental para la sostenibilidad de la vida; entonces, lo que se reveló -que no quiere decir que antes no se hubiera visto- es ese trabajo no remunerado que ellas enfrentaron durante la crisis y la emergencia sanitaria, dentro y fuera de los hogares.

“Pareciera que la vida pública se metió en la vida privada y nos convertimos en maestras, en enfermeras, en cuidadoras, además de trabajar en casa para poder apoyar en el sostén económico, y una serie de situaciones que lo que hacen es un recrudecimiento de la desigualdad”, argumentó.

Destacó que este volumen –cuyo nombre es Género, violencia, tareas de cuidado y respuestas sociales a la crisis– recupera, coincidentemente con la discusión mundial, cómo el sistema patriarcal profundizó las desigualdades, en especial a partir de la perspectiva de género.

“Fundamentalmente los primeros capítulos hablan sobre las políticas del cuidado y la necesidad emergente, ya, de hablar de los sistemas integrales de cuidado, de sistemas nacionales y políticas en donde de manera estructural se busque la igualdad de género”, enfatizó.

La universitaria apuntó que, en las respuestas sociales ante la crisis, lo que se observa es cómo la comunidad aparece también como una vertiente fundamental de la demanda de la ayuda, pero donde también la cuestión del territorio es relevante.

Comentó que este volumen incluye además una sección sobre aspectos vinculados a la cultura y las artes, principalmente a la literatura, poesía, conservación de la palabra y la memoria que nos identifica con sentimientos y experiencias vividas, en las presencias y las ausencias.

En ese sentido, resaltó que uno de los objetivos fue abordar la cultura de paz y generarla con la convicción de que la cultura y las artes son esenciales para propiciar espacios comunitarios de paz y diálogo, lo que consideró una contribución innovadora.

Sobre el tema de las diferentes violencias de género, subrayó que se habla de las violencias simbólicas, sobre todo las vinculadas al no reconocimiento del trabajo de la atención y del valor que tiene para la vida personal, familiar y comunitaria. La omisión en sí misma es violencia, enfatizó.

En la coordinación de este volumen, además de Montes de Oca Zavala, también participaron: Tamara Martínez Ruíz, titular de la Coordinación de Igualdad de Género de la UNAM; y Sandra Lorenzano Schifrin, directora de Cultura y Comunicación para la Igualdad de esta instancia universitaria.

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