• Algunas toxinas combaten microbios o alteran funciones neuronales y cardíacas
• Solo dos géneros de arañas en México representan un riesgo real para la salud pública
• El Instituto de Biotecnología de la UNAM lidera los estudios
Ciudad de México, 16 de julio de 2025. – Aunque su sola presencia suele generar miedo, las arañas mexicanas podrían convertirse en aliadas de la medicina moderna. Investigadores del Instituto de Biotecnología (IBt) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajan en la identificación de compuestos presentes en el veneno de estos arácnidos, con potencial para combatir bacterias resistentes, tratar enfermedades neurológicas e incluso afecciones cardíacas.
En entrevista, Iván Arenas Sosa, técnico académico del Departamento de Medicina Molecular y Bioprocesos del IBt, explicó que, de las casi 2,300 especies de arañas registradas en México, solo dos géneros representan un riesgo para la salud pública: Loxosceles (arañas violinistas) y Latrodectus (viudas negras). El resto posee venenos que podrían ser utilizados en beneficio de la salud humana.
🧬 Toxinas con poder antimicrobiano y neuroactivo
Entre los compuestos hallados destacan:
- Acilpoliaminas con actividad antimicrobiana.
- Neurotoxinas que alteran los canales iónicos (sodio, potasio, calcio, cloro).
- Péptidos antimicrobianos que podrían combatir bacterias resistentes.
Uno de los hallazgos más prometedores proviene de la especie Oculicosa supermirabilis, originaria de Kazajistán. En ella se identificó una proteína llamada Osu1, con efecto insecticida y potencial cardiaco: en colaboración con laboratorios húngaros, se descubrió que esta molécula se une al canal de potasio dependiente de voltaje 1.5, presente exclusivamente en el tejido del corazón, lo que abre la posibilidad de desarrollar terapias contra arritmias.
🧪 Investigación biotecnológica 100% mexicana
En el IBt se realiza la separación de venenos por cromatografía HPLC, aislando sus componentes para estudiar su efecto en insectos y mamíferos. También trabajan con instituciones como ECOSUR, donde han identificado proteínas con actividad antimicrobiana en arañas del género Citharacanthus.
Para estas investigaciones, el instituto cuenta con un tarantulario con especies de los géneros Brachypelma y Aphonopelma, endémicas de México, de las cuales se extrae y procesa su veneno para posteriores pruebas.
🚫 El peligro real: la ignorancia y el tráfico ilegal
Arenas Sosa lamentó que cada vez es más difícil hallar tarántulas en su hábitat natural debido a su destrucción, la colecta ilegal (por su alto valor entre coleccionistas) y la falta de información sobre su verdadero papel ecológico.
“Las matan por miedo, cuando en realidad ayudan a controlar plagas como cucarachas. Necesitamos una cultura biológica que distinga qué es realmente peligroso”, subrayó.
🦠 Una oportunidad frente a la resistencia bacteriana
Con una proyección de hasta 10 millones de muertes anuales para 2050 por bacterias resistentes, los investigadores urgen a buscar alternativas. Y el veneno de arañas, tarántulas y alacranes, podría ofrecer algunas respuestas.
“Estos animales tienen componentes valiosísimos que, bien investigados, pueden salvar vidas humanas”, concluyó el especialista.